UE y Francia suman apoyo para preparar al país ante futuras emergencias
Santo Domingo.- Con una nueva donación de un millón de euros de la Unión Europea, el Gobierno dominicano anunció la segunda fase de un programa clave para fortalecer el sistema de salud y la protección social en el país. La iniciativa, que surgió en plena pandemia del COVID-19, no se detiene. Ahora se renueva con más recursos, más alcance y un enfoque claro: que el país esté mejor preparado cuando llegue la próxima crisis.
Este impulso viene de la mano de varios actores. A nivel local, lo lideran el Ministerio de Salud Pública y el Gabinete de Política Social, con la coordinación del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD). A nivel internacional, lo respaldan la Unión Europea, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), y su brazo técnico, Expertise France.
¿Qué significa esto, en concreto?
Este programa no es solo un proyecto más de cooperación internacional. Se trata de una inversión directa en la capacidad del país para reaccionar rápido y de forma efectiva ante emergencias sanitarias como epidemias, brotes o desastres naturales que impacten la salud pública.
El foco está en dos grandes pilares: salud y protección social. Por un lado, se modernizan laboratorios, se mejora la vigilancia epidemiológica y se instalan sistemas de alerta temprana. Por el otro, se fortalecen las políticas sociales que ayudan a las personas más vulnerables a resistir los golpes económicos y sociales de cualquier crisis.
Todo esto se hace bajo el enfoque de "una sola salud", que entiende que la salud humana, animal y ambiental están conectadas. Prevenir una próxima pandemia implica mirar más allá de los hospitales.
Compromiso político y cooperación
Durante el anuncio, el ministro de Salud, Víctor Atallah, fue claro: este proyecto no es solo una donación más. Es una oportunidad real para reforzar de forma sostenible el sistema sanitario. Dijo que el gobierno se compromete a ejecutar cada parte del proyecto de manera transparente y eficiente, y con un enfoque centrado en las personas.
En la misma línea, la embajadora de la Unión Europea, Katja Afheldt, explicó que este programa forma parte de un compromiso más amplio del llamado “Equipo Europa”, enfocado en la preparación frente a futuras pandemias. Por su parte, la embajadora de Francia, Sonia Barbry, subrayó que el impacto del programa se refleja en vidas mejoradas, gracias a una red de salud y protección social más sólida.
Un esfuerzo compartido
También participaron altos representantes del MEPyD, del Ministerio de Salud y de las agencias de cooperación francesas. Todos coincidieron en un mensaje clave: este tipo de programas solo funciona si hay trabajo conjunto y visión de largo plazo. La inversión no se queda en papeles ni discursos; se traduce en laboratorios operativos, políticas sociales más eficaces y una estructura pública que aguanta mejor los embates de cualquier crisis.
Durante el evento se firmó la adenda oficial que marca el inicio de esta nueva etapa. Además, se confirmó que parte de los fondos ya tienen destino: continuar los trabajos en el laboratorio Dr. Defilló y levantar uno nuevo en Azua.
En resumen, esta nueva fase no es un simple gesto de cooperación internacional. Es una apuesta por la resiliencia, la preparación y la dignidad de quienes más lo necesitan.