La pieza moderniza el sistema penal y contempla penas de hasta 60 años
Santo Domingo.- Por unanimidad y de pie, los senadores dominicanos aprobaron en primera lectura el nuevo Código Penal de la República Dominicana, una de las reformas legales más esperadas de las últimas décadas. Con más de 400 artículos y profundas transformaciones, esta normativa propone actualizar la legislación penal del país para adaptarla a los desafíos del crimen moderno y cerrar vacíos que por años han dificultado la administración de justicia.
Durante una extensa jornada que se extendió por más de seis horas, los 23 senadores presentes respaldaron el proyecto sin reservas. La sesión, iniciada a las 11:05 de la mañana y concluida a las 5:31 de la tarde, fue encabezada por el presidente del Senado, Ricardo de los Santos, quien autorizó la lectura completa del articulado.
El presidente de la Comisión Bicameral que estudió la pieza, Santiago Zorrilla, presentó el informe favorable y destacó la importancia de esta reforma para el país. El proyecto fue propuesto por un grupo de senadores que incluye a Ramón Rogelio Genao, Alexis Victoria, Félix Bautista, Cristóbal Castillo, Jonhson Encarnación, Moisés Ayala, Guillermo Lama y Odalis Rodríguez.
Entre las principales novedades del nuevo Código Penal se encuentra el cúmulo de penas de hasta 60 años de prisión, establecido en el artículo 52. También se endurecen las sanciones para crímenes graves como el homicidio y el feminicidio. El artículo 97, por ejemplo, tipifica el feminicidio sin importar edad, vínculo con el agresor ni el lugar donde ocurra, con penas de 30 a 40 años.
El sicariato también recibe una tipificación clara en el artículo 102, que castiga con 30 a 40 años a quienes planifiquen, ordenen o ejecuten asesinatos por encargo o beneficio económico. En el caso de explotación sexual de menores, el artículo 191 establece penas entre 10 y 20 años de prisión.
La reforma también introduce sanciones a delitos contemporáneos como el hostigamiento (bullying), la tortura, el uso del llamado “ácido del diablo”, ciberdelitos, extorsión, corrupción, y otros delitos que hasta ahora no tenían una definición específica en la ley penal.
Este nuevo cuerpo normativo no solo ajusta las penas a la gravedad de los delitos, sino que también moderniza el lenguaje legal y se adapta a principios internacionales en materia de derechos humanos, crimen organizado y tecnología. Con esta ley, se busca garantizar mayor claridad para jueces, fiscales y defensores, y una aplicación más justa y eficiente del derecho penal.
El presidente del Senado cerró la sesión felicitando al equipo legislativo que trabajó en el proyecto, reconociendo el esfuerzo de la Comisión Bicameral y dejando sobre la mesa otras resoluciones para ser discutidas en próximas sesiones.
El país se acerca así a contar, finalmente, con un Código Penal adaptado a la realidad del siglo XXI. Aunque falta la aprobación en segunda lectura y el debate en la Cámara de Diputados, lo ocurrido en el Senado marca un paso clave hacia una justicia más firme, coherente y acorde con los tiempos.
