Onusida alerta sobre riesgos por recortes en programas contra el VIH
Un total de 1,3 millones de personas contrajeron el VIH en 2024 y 630,000 fallecieron por causas relacionadas, según el más reciente informe de ONUSIDA titulado “SIDA, Crisis y el Poder de Transformar”. El organismo alerta que, pese a los avances logrados en décadas recientes, el futuro de la lucha contra el sida está en riesgo si no se garantiza la continuidad del apoyo financiero internacional, especialmente el proveniente de Estados Unidos.
La directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, advirtió que el recorte de fondos del Plan de Emergencia del Presidente de EE.UU. para el Alivio del Sida (PEPFAR) podría disparar las infecciones en seis millones para 2030, mientras que las muertes podrían aumentar en cuatro millones entre 2025 y 2029.
“Esto no es solo un déficit de financiación, es una bomba de relojería”, sentenció Byanyima.
África sigue siendo epicentro, pero se avanza con esperanza
La región del África subsahariana, que concentra la mitad de los nuevos casos de VIH, también registró el 61 % de las muertes relacionadas en 2024. Aun así, ONUSIDA destaca avances esperanzadores: países como Botsuana, Ruanda, Namibia y Zimbabue han alcanzado los objetivos 95-95-95, considerados estándares de éxito en la lucha contra la epidemia.
El informe celebra, además, que cerca del 75 % de las 40,8 millones de personas que viven con el virus reciben terapia antirretroviral, y que el 73 % ha suprimido su carga viral, marcando un hito en salud pública. También subraya el descenso de la transmisión vertical (madre a hijo), con solo 120,000 infecciones infantiles en 2024, la cifra más baja desde los años 80.
Las leyes represivas y el desfinanciamiento amenazan el progreso alcanzado
A pesar de los logros, ONUSIDA denuncia que las leyes punitivas y discriminatorias en países como Uganda, Malí y Trinidad y Tobago agravan la crisis, alejando a las poblaciones clave de los servicios de salud. Esta realidad, sumada a la pérdida de financiamiento, ya está forzando el cierre de programas comunitarios liderados por mujeres, especialmente en zonas vulnerables.
A modo de ejemplo, se estima que 620,000 niños de entre 0 y 14 años que viven con el VIH no reciben tratamiento, situación que contribuyó a 75,000 muertes infantiles el año pasado.
Pese a las interrupciones, ONUSIDA mantiene el foco en nuevas herramientas como la PrEP inyectable de acción prolongada y el lenacapavir, fármacos altamente efectivos en ensayos clínicos. No obstante, su acceso aún es limitado debido a barreras de costo y distribución.
Llamado global a la acción y a mantener el compromiso
En su conclusión, ONUSIDA hace un llamado urgente a los gobiernos y donantes internacionales para cerrar la brecha de financiamiento y eliminar los obstáculos legales y sociales que perpetúan la desigualdad en el acceso a la salud.
“En tiempos de crisis, el mundo debe optar por la transformación en lugar de la retirada. Podemos acabar con el sida como amenaza para 2030, pero solo si actuamos con urgencia, unidad y compromiso inquebrantable”, concluyó Byanyima. Con datos de Europa Press