Más de 31 millones de toneladas amenazan costas caribeñas este año
Santo Domingo. – El Caribe enfrentará en julio una de las mayores invasiones de sargazo registradas hasta la fecha, según alertan instituciones científicas de Estados Unidos. La advertencia proviene de expertos de la Universidad del Sur de Florida y de la NASA, quienes advierten que esta macroalga seguirá llegando en grandes volúmenes a las costas caribeñas en las próximas semanas.
Las observaciones satelitales más recientes revelan que el volumen total de sargazo en el Atlántico tropical sigue siendo elevado, lo que confirma una persistencia atípica del fenómeno durante el verano.
Según las proyecciones, que recoge Prensa Latina, más de 31 millones de toneladas de esta alga flotante podrían afectar las costas del Caribe insular y continental.
Impacto del sargazo trasciende el turismo y afecta la salud humana
Autoridades locales y regionales han reportado ya eventos significativos de invasión en playas de la región, con consecuencias directas sobre la industria turística. Sin embargo, el impacto no se limita a la estética costera: el sargazo representa un riesgo para la salud pública.
Al descomponerse, esta macroalga libera sulfuro de hidrógeno, un gas tóxico que provoca malos olores, irritaciones oculares y dificultades respiratorias, especialmente en personas con asma o afecciones pulmonares previas. En zonas densamente afectadas, los efectos se sienten incluso a kilómetros de distancia del litoral.
Ecosistemas marinos enfrentan serias amenazas por el exceso de sargazo
En el ámbito ambiental, la presencia masiva de sargazo en las zonas costeras bloquea la luz solar, lo que reduce la fotosíntesis de los corales y plantas marinas. Además, la descomposición acelerada del alga en el agua consume oxígeno, poniendo en riesgo la vida de peces, crustáceos y otras especies marinas.
Frente a esta situación, los expertos piden acciones regionales coordinadas para mitigar los daños. Se estudian alternativas para el reaprovechamiento del sargazo, así como tecnologías de contención y recolección más eficientes.
El fenómeno, que alguna vez fue estacional, se ha convertido en un problema estructural del Caribe, agravado por el cambio climático y el desequilibrio en nutrientes del océano, que favorecen su proliferación.