Funcionarios que aspiren deberán renunciar, advierte el presidente
Manzanillo, Montecristi.– En medio de su recorrido por la provincia de Montecristi, el presidente Luis Abinader lanzó este miércoles un mensaje directo a sus funcionarios: queda terminantemente prohibido hacer campaña política desde el gobierno. Si alguien quiere participar en el proceso interno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), deberá renunciar a su cargo público.
“Ustedes saben que hemos sido democráticos y tolerantes para todo el que quiera tener aspiraciones, sin embargo, ayer dijimos muy claro que el proselitismo y la campaña desde las oficinas públicas no pueden ser”, declaró el mandatario con tono firme mientras inauguraba varias obras en la zona fronteriza.
La advertencia no dejó espacio a interpretaciones. Abinader insistió en que cualquier funcionario que pretenda usar su posición en el gobierno para promover su candidatura tendrá que dejar el puesto. “El que quiera hacer campaña y proselitismo tendrá que salir del gobierno”, subrayó sin rodeos.
Cortar de raíz el uso del Estado para fines políticos
Con esta declaración, el presidente intenta marcar una diferencia con prácticas históricas en las que las instituciones públicas eran utilizadas como plataformas políticas por quienes ostentaban cargos. La medida busca preservar la institucionalidad del gobierno y evitar que los recursos del Estado sean desviados hacia fines electorales internos.
“No puede haber campaña desde ninguna oficina pública”, reiteró Abinader, dejando claro que, más allá de las simpatías o ambiciones personales, lo que corresponde en esta etapa de gobierno es enfocarse en resolver los problemas de la ciudadanía y mejorar el funcionamiento de las instituciones.
Una línea clara para los tiempos preelectorales
Aunque faltan más de dos años para las elecciones presidenciales de 2028, los movimientos internos dentro del PRM ya comienzan a calentarse. Al parecer, algunas figuras estarían tratando de posicionarse anticipadamente, situación que llevó al mandatario a hacer esta intervención pública y categórica.
La decisión también responde a un contexto político donde Abinader ha procurado proyectar una imagen de respeto a las normas democráticas, apostando a la transparencia en el ejercicio del poder. En varias ocasiones ha enfatizado que su gobierno no permitirá el uso del presupuesto público con fines partidarios.