Uganda quiere intervenir militarmente en Haití. Kenia, tras dos muertos y 20 heridos está pensando si continua.
Las pandillas en Haití continúan desafiando abiertamente al Estado, extendiendo su control territorial mientras la comunidad internacional debate su papel en la isla. La coalición criminal Viv Ansanm, integrada por casi una decena de grupos armados, sigue expandiéndose sin que las fuerzas de seguridad logren contenerla, a pesar de los refuerzos policiales, el uso de drones kamikaze y la presencia de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS).
La ciudad de Lascahobas se convirtió en el nuevo bastión tomado por los criminales tras el ataque a La Chapelle. En este último episodio, medio centenar de habitantes fueron secuestrados y sus imágenes difundidas en redes sociales por los propios pandilleros, acompañadas de amenazas abiertas contra las autoridades y declaraciones de conquista sobre futuros territorios.
Mientras tanto, los disparos resuenan en zonas cercanas al centro de Puerto Príncipe, donde las bandas sueñan con extender su dominio hasta la comuna de Pétion-Ville, según reportó el diario Le National.
En una evaluación reciente, la ONU advirtió que el 90% de la capital está bajo control criminal, y alertó sobre el riesgo de un colapso total del Estado haitiano.
Uganda se ofrece a intervenir; Kenia duda en continuar la misión
En el tablero internacional, Uganda manifestó estar lista para intervenir militarmente en Haití. El general Muhoozi Kainerugaba, comandante de las Fuerzas Terrestres de ese país, aseguró: “Si recibimos una invitación formal, podemos restaurar la seguridad en Haití en menos de 30 días”.
Por otro lado, Kenia reconsidera su participación como líder de la MMAS tras cumplir un año de presencia en el país. A pesar de colaborar con la Policía Nacional de Haití, los resultados están muy lejos de las expectativas iniciales.
El despliegue ha costado la vida de dos efectivos kenianos y ha dejado al menos 20 heridos, en enfrentamientos con bandas que incluso los desafían a abandonar sus vehículos blindados para enfrentarse “como infantería”.
El presidente de Kenia, William Ruto, denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU la falta de respaldo financiero y operativo para la misión. Solo el 11% de los fondos prometidos han sido entregados, y menos del 40% de los 2,500 efectivos planeados están en el terreno.
Ruto advirtió que sin un respaldo concreto y directrices claras, Kenia no podrá seguir liderando la misión. “Nos veremos obligados a revisar nuestro compromiso”, declaró.
Mientras los gobiernos vacilan, los grupos armados continúan su avance, sumiendo a Haití en un espiral de violencia que amenaza con borrar lo poco que queda de su institucionalidad. Con datos de Prensa Latina