Confirman que fue suicidio y niegan pruebas contra terceros implicados
El caso Jeffrey Epstein vuelve a los titulares, pero esta vez con un cierre oficial. Según el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el millonario murió por suicidio en su celda en 2019, y no existe ninguna “lista de clientes” vinculada a su red de tráfico sexual de menores.
Este informe llega después de que el expresidente Donald Trump solicitara una revisión del caso. Las agencias federales concluyeron que no hay indicios de que Epstein tuviera una base de datos con nombres de personas influyentes implicadas en sus delitos. Tampoco encontraron pruebas suficientes para iniciar procesos contra otros supuestos involucrados.
Con esto, las autoridades buscan cortar de raíz las teorías de conspiración que llevan años circulando, muchas impulsadas por figuras del entorno de Trump. Sin embargo, esta versión oficial no ha convencido a todos. Para muchos, el poder que Epstein acumuló y sus conexiones con líderes políticos y empresarios siguen levantando sospechas.
La fiscal general Pam Bondi había prometido divulgar documentos clave del caso. Pero ha declarado que el volumen de material –entre ellos, cientos de miles de videos, algunos posiblemente con contenido ilegal– ha retrasado todo el proceso. No se sabe cuándo se publicará esa información.
Epstein fue arrestado en julio de 2019 por cargos de tráfico sexual de menores cometidos en los años 2000. Su muerte, ocurrida poco después en la cárcel de Manhattan, desató todo tipo de dudas. El hecho de que se relacionara con figuras como el príncipe Andrés, Bill Clinton o el propio Trump alimentó las sospechas sobre un encubrimiento a gran escala.
Pero con este informe, el gobierno estadounidense pone punto final, al menos en términos oficiales. Epstein está muerto. No hay lista. Y por ahora, no habrá más investigaciones. Aunque muchos seguirán sin creerlo.