Restaurantes y comercios son blanco de agresiones durante la manifestación
Una manifestación celebrada este viernes en Ciudad de México contra el turismo masivo y la gentrificación concluyó con graves disturbios y ataques a diversos comercios en zonas icónicas de la capital, dejando un saldo de daños materiales y un clima de tensión en la ciudad.
La protesta, que se extendió por cerca de cuatro horas, comenzó con grupos de individuos que atacaron violentamente restaurantes ubicados en avenidas como Nuevo León, Insurgentes y Paseo de la Reforma, epicentros de la actividad económica y turística de la ciudad.
Entre los establecimientos más afectados figura una cafetería Starbucks de la cadena estadounidense, situada en la calle Ámsterdam, que fue vandalizada desde los primeros momentos de la marcha.
En un restaurante de comida italiana, manifestantes arrojaron pintura y apedrearon a los clientes que se encontraban en su interior, mientras que en la avenida Ámsterdam y la calle Orbiza varios negocios también sufrieron daños.
En los muros de algunos establecimientos, los manifestantes escribieron mensajes como “No te queremos, gringo”, expresando su rechazo a la presencia de extranjeros y el impacto que, a su juicio, el turismo y la gentrificación tienen sobre los precios de vivienda y la dinámica social en los barrios tradicionales de la ciudad.
Seguridad intensifica vigilancia para proteger monumentos históricos durante protesta
Al avanzar la manifestación hacia el emblemático Ángel de la Independencia, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegaron un fuerte dispositivo alrededor del monumento para evitar daños, estableciendo un perímetro de seguridad que logró impedir actos de vandalismo contra este símbolo nacional.
Finalmente, la marcha continuó su recorrido hasta la Estela de Luz, donde los manifestantes comenzaron a dispersarse y se dio por concluida la movilización, aunque las autoridades reportaron importantes afectaciones a comercios y vialidades en las zonas recorridas.
Las fuerzas de seguridad se mantuvieron en alerta para prevenir nuevos brotes de violencia, mientras que organizaciones vecinales y de comerciantes lamentaron los daños ocasionados y pidieron soluciones para atender la problemática del incremento de turistas y el desplazamiento de residentes locales.El tema de la gentrificación y el turismo desmedido ha sido objeto de creciente debate en Ciudad de México, donde vecinos de colonias como Roma, Condesa y Juárez denuncian alzas desproporcionadas en el costo de vida, expulsión de familias tradicionales y transformación radical de la identidad de sus comunidades.