El grupo aumentará en agosto 548.000 barriles diarios de petróleo
La OPEP+ ha decidido acelerar el ritmo. En su última reunión virtual, celebrada este sábado, los ocho países clave del grupo —Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán— acordaron incrementar la producción de petróleo en 548.000 barriles diarios a partir de agosto, superando los aumentos que venían aplicando mes tras mes desde abril.
Hasta ahora, la OPEP+ venía subiendo su oferta de crudo a razón de 411.000 barriles diarios, un ritmo que buscaba ir restaurando de forma gradual los recortes aplicados en 2023. Con esta nueva cifra, dan un paso más rápido hacia su meta: recuperar los 2,2 millones de barriles diarios que decidieron recortar el año pasado.
Más petróleo, posible alivio en los precios
Este aumento, superior a lo previsto por los mercados, podría traducirse en una bajada del precio del crudo a corto plazo. Más oferta, en principio, significa menos presión sobre los precios, sobre todo si se mantiene la estabilidad económica global.
En su comunicado oficial, los países señalaron que la decisión se basa en dos factores clave:
- La “estabilidad de las perspectivas económicas mundiales”, lo que implica confianza en el crecimiento global.
- Los “sólidos fundamentos actuales del mercado”, es decir, una demanda fuerte que justifica el aumento de producción.
El camino hacia la normalización
Desde abril, la OPEP+ ha venido ajustando al alza su producción en fases:
- En abril, el aumento fue de 138.000 barriles diarios.
- En mayo, junio y julio subieron a un ritmo más constante: 411.000 diarios por mes.
- Ahora, el salto a 548.000 barriles al día en agosto marca un cambio de marcha.
Esta estrategia de escalada progresiva busca evitar un impacto brusco en los precios internacionales, manteniendo cierto control sobre el mercado mientras se vuelve a los niveles de producción anteriores a los recortes.
Reuniones mensuales y ajustes sobre la marcha
La OPEP+ ha optado por mantener una dinámica de revisión mensual, algo que ya se había adoptado en ciclos anteriores de crisis o alta volatilidad. El grupo volverá a reunirse el 3 de agosto para evaluar la situación del mercado y decidir si mantiene o ajusta la producción para septiembre.
Además del análisis del mercado, los miembros también revisarán la conformidad de cada país con las cuotas acordadas y los mecanismos de compensación si alguno queda por debajo o por encima del objetivo.
¿Qué significa esta decisión?
Este movimiento no solo responde a la evolución del mercado, sino también a un contexto geopolítico y económico donde los países productores necesitan equilibrar ingresos estables con una demanda global más sensible a los precios. La guerra en Ucrania, las tensiones en Medio Oriente y la presión inflacionaria en los países consumidores han hecho que la OPEP+ se mueva con más cautela que antes.
Al aumentar la producción más rápido de lo previsto, el grupo parece estar enviando una señal de compromiso con la estabilidad del mercado. Y también de flexibilidad: si el escenario cambia, la hoja de ruta se puede ajustar.
En resumen, la OPEP+ pisa el acelerador, pero con el pie aún preparado para frenar si la economía global da señales de debilidad o si los precios del petróleo caen demasiado. Todo bajo una estrategia que mezcla control, previsión y, por supuesto, interés propio.