Orden ejecutiva prioriza a residentes mientras se revierte política de inclusión
NUEVA YORK.-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva que aumentará el precio de entrada a los parques nacionales para todos los turistas extranjeros, mientras que los ciudadanos estadounidenses se beneficiarán de tarifas reducidas, una decisión que la Casa Blanca enmarca como parte de una estrategia para “mantener los precios bajos para los estadounidenses”.
“Para financiar las mejoras en el sistema de parques del país he firmado esta orden ejecutiva que permite bajar los precios para los ciudadanos en aquellos lugares que ya estén cobrando entrada”, declaró Trump durante un mitin celebrado en el estado de Iowa, según reportó la cadena CBS News.
Actualmente, el costo de ingreso a algunos de los parques más icónicos de Estados Unidos, como Yellowstone, Yosemite y el Gran Cañón, ronda los 20 dólares por persona y 35 dólares por vehículo.
Sin embargo, con la nueva medida, se estima que el Departamento del Interior recaude aproximadamente 90 millones de dólares anuales, que serían destinados a financiar mantenimiento y mejoras en estas áreas protegidas.
La orden ejecutiva también instruye al Departamento del Interior a otorgar un “trato prioritario” a los residentes estadounidenses sobre los visitantes extranjeros al momento de acceder a los parques, aunque el texto firmado no detalla de forma específica en qué consistirá esta preferencia.
Muchos de estos parques cuentan con zonas de acampada y sistemas de reserva que podrían verse afectados por esta directriz.
De forma paralela, Trump revocó un memorando firmado en enero de 2017 por el expresidente Barack Obama, que tenía como objetivo fomentar la diversidad y la inclusión en los entornos naturales administrados por el sistema de parques nacionales.
Esta decisión ha generado críticas de sectores de la oposición y organizaciones ambientales que consideran la medida un retroceso en materia de acceso igualitario y diversidad.
Con esta orden, la administración Trump reafirma su enfoque en priorizar el acceso a recursos recreativos para los estadounidenses, aunque expertos advierten que podría desalentar el turismo internacional y afectar la imagen de apertura que históricamente han tenido los parques nacionales de Estados Unidos.