Desmantelan remanentes de red de narcolavado vinculada a Operación Arrecife
Santo Domingo. El Ministerio Público volvió a golpear a una de las estructuras criminales más complejas desmanteladas en los últimos años, de acuerdo a un informe divulgado este jueves. Esta vez, a través de 13 allanamientos en Samaná y Santo Domingo Este, se logró capturar e incautar bienes pertenecientes a remanentes de la red de narcotráfico y lavado de activos desarticulada en 2023 con la Operación Arrecife.
El operativo, liderado por la Procuraduría Especializada Antilavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, en conjunto con la Fiscalía de María Trinidad Sánchez, movilizó a cinco fiscales, más de 70 agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y equipos técnicos especializados.
Propiedades, documentos y evidencia clave
Durante la intervención, fueron incautadas 10 propiedades, así como documentos, títulos de propiedad y dispositivos electrónicos que serán sometidos a análisis forenses. Las acciones se concentraron en zonas estratégicas como Loma Atravesada, Las Galeras y Las Terrenas, en la provincia Samaná, además de puntos en Santo Domingo Este.
Los nuevos operativos forman parte de la segunda fase del caso, conocida como Operación Arrecife 2.0, que busca cerrar el círculo de una estructura que no solo traficaba cocaína a nivel internacional, sino que había montado un sofisticado esquema de lavado de activos con fachada legal y simulación de operaciones comerciales.
Una red que iba más allá de las fronteras
La red criminal fue encabezada por Omar Ortiz Mosquea y Arantza García Eusebio, ambos procesados por tráfico internacional de drogas y lavado de activos. Las autoridades les atribuyen el patrocinio y manejo de cargamentos de cocaína con destino a Puerto Rico, incluyendo uno incautado en 2023 con 250.58 kilogramos, y otro en la isla vecina donde se decomisaron 328 kilogramos más.
El expediente detalla cómo los acusados adquirieron propiedades y vehículos con dinero ilícito, falsificaron transacciones comerciales y depositaron grandes sumas en el sistema financiero dominicano, buscando ocultar el origen de los fondos.
Más de 600 pruebas y un prófugo clave
La acusación del Ministerio Público se sostiene sobre más de 600 pruebas, entre ellas testimonios, documentos, peritajes, videos y evidencia material. Todo apunta a una estructura bien organizada que operaba tanto dentro como fuera del país.
Uno de los nombres que resalta en esta fase del caso es Joel Antonio Estévez Batista, señalado como miembro clave de la red y actualmente prófugo. Su localización se ha convertido en prioridad para las autoridades.
Una operación de largo alcance
Operación Arrecife no fue una redada puntual, sino una investigación de largo aliento que sigue generando resultados casi dos años después de su lanzamiento. La actual fase demuestra que el Ministerio Público está decidido a seguir desmontando las capas ocultas de este tipo de crimen organizado.
Los fiscales a cargo, Luis Alberto García Hernández y Pedro Medina Quezada, destacan que las investigaciones continúan y no se descartan nuevas detenciones en las próximas semanas. “Esto no es solo un caso de narcotráfico; es una red económica paralela que estaba infiltrando sectores legales del país”, comentó uno de los fiscales involucrados.
Con esta nueva ofensiva, las autoridades buscan enviar un mensaje claro: las estructuras criminales no terminan con un solo operativo. El combate al narcotráfico y al lavado de activos en República Dominicana sigue abierto y en evolución.