Secretario justifica cierre y critica programas internacionales, mientras un estudio advierte consecuencias mortales de los recortes
NUEVA YORK.-. – El secretario de Estado, Marco Rubio, celebró este martes el fin oficial de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), calificando su cierre como el término de una “era de ineficiencia” y acusando a sus programas de beneficiar únicamente a “los jefes de ONG” mientras las poblaciones vulnerables seguían sin mejoras sustanciales.
Rubio afirmó en una carta pública que la USAID, que dejará de proporcionar asistencia internacional a partir del 1 de junio, “no cumplía con los estándares” establecidos por la Administración Trump.
Según el funcionario, muchos de los países que recibieron ayuda “no corresponden a nuestra generosidad” y, en foros internacionales, adoptan posturas contrarias a los intereses estadounidenses.
Ayuda exterior será controlada por Departamento de Estado
A partir de ahora, los programas de asistencia exterior pasarán a ser gestionados directamente por el Departamento de Estado, que priorizará proyectos alineados con la política de “Estados Unidos primero”.
“Los estadounidenses no deberían pagar impuestos para financiar gobiernos fallidos en países lejanos”, sostuvo Rubio, quien detalló que la nueva ayuda será “específica, limitada en el tiempo y dirigida a países con capacidad y voluntad de ayudarse a sí mismos”.
Rubio también reprochó que la USAID se utilizara como “organización benéfica” y no como una herramienta para promover intereses nacionales. “Con demasiada frecuencia, estos programas promovieron ideales y organizaciones antiestadounidenses”, denunció.
Ademas, el secretario justificó la cancelación de más del 80 % de los programas de la agencia, equivalente a unos 5.200 contratos.
Científicos alertan sobre graves consecuencias humanitarias
Sin embargo, un estudio publicado en la revista ‘The Lancet’ advierte que los recortes podrían tener consecuencias catastróficas: provocarían más de 14 millones de muertes adicionales para 2030, incluyendo 4,5 millones de niños menores de cinco años.
Según los investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona y la Universitat de Barcelona, los programas de la USAID “ayudaron a prevenir más de 91 millones de muertes en las últimas dos décadas”, incluidos 30 millones de muertes infantiles.
El artículo alerta que los recortes y la eliminación de la agencia “podrían revertir décadas de progreso en desarrollo humano” y que el impacto sería “similar en escala a una pandemia mundial o un conflicto armado importante” para los países de ingresos bajos y medios.
Mientras el Gobierno estadounidense insiste en que los cambios buscan proteger los intereses nacionales, múltiples ONG han criticado la medida, calificándola como un “ataque al sistema de valores” que pone en riesgo la vida de millones de personas y socava los esfuerzos globales en salud, educación y desarrollo económico.
La controversia continúa creciendo entre quienes ven en el cierre de la USAID un necesario ajuste estratégico y quienes alertan de un retroceso humanitario sin precedentes.