Desconfío del que se la da de ´macho´ y no atiende a hijas
Aunque no es aconsejable desconfiar de nadie antes de conocerlo muy bien, en todo humano existe una primera o ultima vez en que lo hace por muy diferentes razones.
De esto trata este sencillo trabajo de hoy.
Por ejemplo, no confío en el colmadero o pulpero que ´fía´ o da crédito al infeliz vecino, sin permitirle ver y saber lo que le ´apunta´en su cuaderno.
Desconfío del ´marchante´ que vende productos podridos junto a algunos en buen estado, ignorando que su engaño afecta a su clientela de siempre.
No confío en el político que solo manda y no va a la guerra, a los enfrentamientos, a las discusiones, ni al que todo critica sin aportar soluciones o sugerencias.
Desconfío del que se la da de ´macho´ y no atiende a hijas e hijos regados por donde quiera que ha pasado.
No confío en el mismo tipo de ´macho´ que denuncia los males de un Imperio, y envía a sus hijos a estudiar a sus predios o él mismo lo hace, quedándose a vivir allí al corto tiempo.
Desconfío del que se llama ´revolucionario´ y termina su carrera en uno de los países bajo la égida del Imperio, al que criticaba y acusaba de cometer fechorías y atropellos de todo género, incluyendo invasiones e intervenciones a países.
No confío en el ´líder´ que aparece para reclamar y obtener beneficios para sí y para otros, y desaparece cuando se han obtenido, sin haber compartido los frutos logrados.
Desconfío de los religiosos amantes de las niñas y los menores, manteniendo su estatus de celibato.
No confío en el periodista que dice ser ´amigo´ de funcionarios o personas a quienes debe entrevistar, enjuiciar o criticar con frecuencia y con responsabilidad. El verdadero periodista, y no el que dice serlo, debe carecer de amigos de ese tipo.
Desconfío de los medios (escrito, radial o televisado) que pagan salarios de miseria a periodistas, permitiendo que estos deban ´buscársela´ en otros oficios o tareas.
No confío en funcionarios públicos que no se cansan de ´buscar cámara´, aún sea para decir que inspeccionaron algo en el interior, lo que solo le significa otra entrada más de dinero por concepto de ´representación´ o ´dieta´.
Desconfío de funcionarios o entidades autónomas que invitan u obligan con poses de cortesía a ciertas empleadas a ver salir el sol o ir a la playa más cercana o lejana.
No confío de policías y guardias asignados en oficinas públicas que exigen saber a quién se va a visitar y las razones de dicha visita. Y de los funcionarios civiles que lo permiten.
Desconfío de los funcionarios que viajan al exterior con todo cubierto por el gobierno, y a su regreso no informan cabal y pormenorizadamente a la población qué lograron y en qué se beneficia el país con dichos viajes.
En fin, no confío en quienes dicen ser amigos en ´las buenas´ y desaparecen en ´las malas´. Y por eso tengo pocos, aunque muy valiosos amigos-hermanos, con los cuales me reúno cada vez que el caótico tránsito vehicular lo permite.
30 de junio de 2025.