La protección será retirada de forma definitiva el próximo 2 de septiembre
NUEVA YORK.- El Gobierno de Estados Unidos anunció la derogación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los migrantes haitianos, dejando a más de 500,000 personas expuestas a la deportación si no abandonan voluntariamente el país antes de la fecha límite establecida.
La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, confirmó que la protección será retirada de forma definitiva el próximo 2 de septiembre, tras la finalización oficial del programa el 3 de agosto. La decisión, según explicó, busca “restaurar la integridad del sistema migratorio”, recordando que el TPS debe ser “temporal” y no indefinido.
Autoridades alegan mejoras en situación medioambiental
Noem afirmó que las condiciones medioambientales en Haití han mejorado lo suficiente como para que los ciudadanos haitianos regresen a su país sin necesidad de protección especial. Sin embargo, no hizo mención a la escalada de violencia que mantiene al país caribeño en una crisis humanitaria prolongada.
“La situación medioambiental en Haití ha mejorado lo suficiente para que sea seguro para los ciudadanos haitianos volver a casa”, señaló Noem en un comunicado oficial.
Organizaciones internacionales advierten crisis humanitaria grave
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó este mes que 1,3 millones de haitianos están desplazados internamente, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que 5,7 millones sufren inseguridad alimentaria severa, cifras que contradicen la visión optimista esgrimida por las autoridades estadounidenses.
La cancelación del TPS supone un duro golpe para miles de familias haitianas que han construido su vida en Estados Unidos desde que el programa se activó tras el devastador terremoto de 2010.
Organizaciones de derechos humanos y líderes comunitarios han pedido al Gobierno reconsiderar la medida, señalando que la situación en Haití es aún demasiado peligrosa para el retorno de sus ciudadanos.
La derogación del TPS para haitianos tendrá impactos significativos tanto en Haití como en la República Dominicana (RD).
Consecuencias en Haití
- Crisis humanitaria agravada: Haití ya enfrenta una emergencia severa: 1,3 millones de desplazados internos y 5,7 millones con inseguridad alimentaria, según la OIM y el PMA. La llegada masiva de deportados empeorará la presión sobre servicios básicos, salud, alimentación y vivienda.
- Mayor violencia e inestabilidad: el regreso de miles de migrantes podría potenciar el reclutamiento de jóvenes desempleados por bandas armadas, fortaleciendo el crimen organizado en un país donde el Estado tiene un control muy limitado.
- Desempleo y pobreza: quienes retornen se encontrarán con un mercado laboral prácticamente inexistente; la falta de oportunidades impulsará la pobreza extrema, sobre todo en zonas rurales y barrios de Puerto Príncipe.
- Posible colapso de instituciones locales: el Estado haitiano carece de capacidad para recibir, procesar y reinsertar a decenas de miles de repatriados, lo que podría provocar un colapso de organismos sociales y municipales.
Consecuencias en República Dominicana (RD)
- Incremento de la presión migratoria: ante la imposibilidad de reintegrarse en Haití, muchos deportados podrían intentar entrar o quedarse en RD, exacerbando el flujo migratorio irregular en la frontera.
- Tensión social y política: la percepción de un aumento de inmigrantes haitianos podría agudizar discursos xenófobos y generar más fricciones en comunidades fronterizas y urbanas, alimentando la polarización social y política.
- Mayor presión en servicios públicos: la llegada de más haitianos podría recargar hospitales, escuelas y servicios sociales dominicanos, especialmente en provincias fronterizas como Dajabón, Elías Piña o Pedernales.
- Riesgo de incidentes binacionales: un aumento de entradas irregulares podría provocar operativos migratorios masivos, detenciones o conflictos en la frontera que tensen las relaciones diplomáticas entre ambos países.