Desbordamiento de quebrada provoca alud devastador en Colombia
Un alud de tierra y piedras provocado por el desbordamiento de la Quebrada La Negra ha dejado un trágico saldo de al menos 10 personas fallecidas, decenas de heridos y más de 50 desaparecidos, luego de arrasar al menos 10 viviendas en comunidades ubicadas entre Medellín y Bello, en el norte del Valle de Aburrá, departamento de Antioquía.
Las intensas lluvias registradas en las últimas horas desataron la tragedia al provocar el desprendimiento de toneladas de tierra y rocas, que se precipitaron violentamente sobre viviendas mayormente asentadas en zonas de alta vulnerabilidad urbana.
De acuerdo con el medio colombiano 360 Radio, muchas de las casas arrasadas estaban ubicadas en asentamientos informales, lo que evidencia una falta de planificación y medidas de mitigación de riesgos.
Bomberos y equipos de rescate buscan entre los escombros
Desde la madrugada de este miércoles, equipos del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquía y organismos de socorro desplazados desde Bogotá trabajan a contrarreloj en las labores de rescate y búsqueda de desaparecidos.
Según un balance preliminar entregado por las autoridades locales, la cifra de víctimas mortales podría aumentar conforme avance el proceso de remoción de escombros.
“El desbordamiento fue repentino y devastador”, declaró un portavoz del cuerpo de bomberos de Medellín, quien aseguró que comandos especializados continúan buscando entre el lodo y los restos de viviendas colapsadas, mientras maquinaria pesada y drones apoyan desde el aire la localización de posibles sobrevivientes.
El gobernador de Antioquía y el alcalde de Medellín convocaron un comité de emergencia permanente para atender a las víctimas, mientras se habilitan refugios temporales para las familias desplazadas.
Expertos en riesgo señalaron que este tipo de eventos se agrava por la urbanización desordenada y la falta de una estrategia integral para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes en la región andina.
La tragedia en Antioquía se convierte en un nuevo llamado de alerta sobre la urgencia de fortalecer la gestión del territorio y los sistemas de alerta temprana, especialmente en zonas propensas a deslizamientos y fenómenos hidrometeorológicos.