Quiero ser optimista, aunque existen numerosas razones para lo contrario.
Es entendible el pesimismo actual frente a la propuesta oficial de mejorar la movilidad vehicular. Otros hermosos e “integrales” planes han fallado. ¿Cuál sería la diferencia que asegure el éxito del nuevo proyecto?, se preguntan los incrédulos,testigos diarios de la incapacidad de la autoridad de hacer cumplir la ley en lo más elemental y peligroso: el respeto a la luz roja de los semáforos.
“RD se mueve”, nuevo programa de gestión del tránsito anunciado por el gobierno el miércoles último para su entrada escalonada a partir del 1 de julio, contempla cambios de horarios en servidores públicos, cierres de giros a la izquierda en varias vías, sincronización semafórica y restricciones en estacionamientos. El bombardeo fue inmediato desde diferentes litorales.
Quiero ser optimista, aunque existen numerosas razones para lo contrario. Hay un plan, una guía, y contiene medidas lógicas que han funcionado en otros países. Mejorable, claro está. Se han avanzado propuestas interesantes. Empero, la mayor aprehensión es que el gobierno recule ante protestas de “los dueños de las calles”.
Aunque la entrada es por fases, al escuchar el anuncio, pensé que el 1 de julio empezaría una amplia y profusa campaña de información para que los actores no aleguen ignorancia, fijando el inicio para agosto, tres semanas antes de que los muchachos regresen a clases.
Las inquietudes y sugerencias de padres de estudiantes y servidores públicos sobre escalonamientos de horarios deberían ponderarse para una viabilización inteligente. Hay que completar ajustes entre los ministerios de Administración Pública, Educación y Trabajo.
Los horarios diferidos para servidores públicos son propuestas de hace años y ciertamente contribuirían a que fluya la circulación vehicular. Los dos horarios (de 7 de la mañana a 2 de la tarde y de esta hora hasta las 9 de la noche) en instituciones que atiendan entre mil y dos mil personas diariamente, también facilitará los servicios a personas que concluyen sus jornadas en el límite del cierre oficial.
En cuanto a “Parquéate bien”, es importante una campaña publicitaria ya que el programa ha sido abandonado en varias ocasiones. Muchos, sobre todo violadores de la ley, entienden que ese esfuerzo quedó en el pasado. Podrían darse violentas confrontaciones.
- El proyecto es fundamental para la organización del tránsito, pero es de difícil concreción en áreas carentes de estacionamientos. La retención de vehículos iniciaría hoy. Sería trasladados a “un espacio en la ciudad” capital y al Centro Nacional de Retención de Vehículos (Cenarve), ubicado en Pedro Brand. ¡Usted verá vainas!
El Plan nacional de construcción de parqueo de uso público, que dirige el fideicomiso ParquéaT-RD registra retrasos. El gobierno ha proyectado 3 mil unidades de estacionamientos y 16 edificios de parqueos para el Gran Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y San Francisco de Macorís. Algunos avanzados, pero solo inaugurado el de La atarazana, en la Zona Colonial.
Déficit en el sistema masivo de trasporte, con calles y avenidas inundadas por carros de concho, minibuses y motocicletas. Y la entrada anual de decenas de miles de vehículos privados, como respuestas particulares de los ciudadanos. El caos atiza la violencia física y verbal y facilita la actividad delictiva.
El ciudadano sensato desea encarecidamente que este plan de gestión de tránsito funcione y estaría dispuesto a sacrificios, de acuerdo a numerosos consultados por medios electrónicos y escritos.
La duda radica en la inconsistencia del gobierno para echar adelante medidas que en principio pudieran resultar odiosas, pero lograrían resultados a mediano y largo plazo, como programas similares emprendidos en otros países.
Sería oportuno integrar algunas sugerencias y montar una saturadora campaña de educación… Y después: aplicar la ley.