Advierte que se impone una agenda sin base científica
SANTO DOMINGO. – Con palabras firmes y un llamado a la racionalidad, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), César Dargam, calificó como “absurda” la propuesta de reforma a la Ley 225-20, que busca acelerar la prohibición de los plásticos de un solo uso en la República Dominicana.
Durante su participación en el programa “El Sol de la Tarde”, transmitido por Zol 106.5 FM, el líder empresarial cuestionó duramente el enfoque de la iniciativa, asegurando que carece de sustento técnico, se ha construido sobre proyecciones económicas imprecisas, y se ha convertido en un tema “superficialmente atractivo pero técnicamente vacío”.
“La distorsión que se está generando ahora con un planteamiento absurdo no tiene sentido técnico ni visión estructural. Es un modelo que apenas empieza a caminar y ya se pretende reformar sin evidencia que lo respalde”, advirtió.
Una moda peligrosa: el plástico como chivo expiatorio
Dargam denunció que el discurso contra los plásticos ha sido reducido a una “moda cool” sin un debate serio. “Hablar de prohibición de plásticos es algo sexy, algo que suena bien, pero no podemos definir las políticas públicas desde las emociones o la presión social. Tenemos que pensar en la realidad del país y actuar con gradualidad”, expresó.
Asimismo, hizo hincapié en que decisiones de esa magnitud deben estar respaldadas por estudios rigurosos y un plan integral que considere educación ciudadana, infraestructura de reciclaje y una transición a la economía circular, antes que acciones aisladas.
“Uno va a otro país y no te dan una funda en el supermercado. Tienes que comprarla o llevártela en la mano. Eso no se logra con una ley de un día para otro, sino con años de cultura ciudadana y política pública sostenida”, indicó.
La reforma podría debilitar el sistema de gobernanza ambiental
La Ley 225-20 sobre Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos, promulgada en 2020, estableció una hoja de ruta para reducir paulatinamente el uso de plásticos y fomentar la corresponsabilidad entre Estado, empresa y ciudadanía. Sin embargo, una nueva propuesta busca acelerar drásticamente esa transición, generando divisiones tanto en el sector privado como en ámbitos técnicos del gobierno.
Dargam alertó que tales modificaciones podrían “desarticular la gobernancia propia del sistema”, al imponer cambios sin madurez institucional ni herramientas operativas efectivas.
“Las políticas públicas deben nacer desde la evidencia, no desde el deseo. Las medidas de shock suelen causar más daño que beneficio”, subrayó.
Finalmente, reiteró que el CONEP no se opone al avance ambiental, pero sí exige que cualquier transformación normativa responda a estudios sólidos, respete los plazos establecidos y no sacrifique sostenibilidad por presión política.
“El país necesita avanzar, sí, pero avanzar bien. No podemos ceder ante el populismo ambiental”, concluyó.