El Ejército habla de una “nueva fase” y vuelve a centrar su mirada en Gaza
El Ejército israelí dejó claro que su ofensiva contra Irán no ha terminado. Lo dijo sin rodeos el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir: “La campaña no ha acabado, sólo ha entrado en una nueva fase”.
Aunque en Estados Unidos se habla de un alto el fuego, el mensaje desde Tel Aviv es otro. Según Zamir, Israel ha concluido un capítulo importante, pero no da por cerrada la operación. El comandante celebró los resultados de los bombardeos recientes sobre Irán y aseguró que esos ataques hicieron retroceder “varios años” tanto el programa nuclear como el desarrollo de misiles del régimen iraní.
Aun así, pidió cautela. “Hay que tener los pies en la tierra”, dijo ante mandos militares, subrayando que no es momento de confiarse. Insistió en que aún quedan desafíos importantes por delante.
Con el frente iraní parcialmente contenido, el foco regresa a Gaza. El objetivo ahora es doble: rescatar a los rehenes que siguen en manos de milicias palestinas y acabar con el poder de Hamás. Zamir afirmó que desmantelar ese grupo armado sigue siendo el fin principal de la ofensiva iniciada en octubre de 2023.
Esa operación, que se intensificó tras el ataque de Hamás contra Israel en octubre, ha dejado un saldo devastador en la Franja de Gaza. Más de 56,000 personas han muerto, según datos de las autoridades locales.
¿Qué implica este anuncio?
El mensaje de Zamir deja en claro que, pese a los anuncios diplomáticos, Israel mantiene su estrategia militar en curso. No se trata de una retirada ni de un cierre definitivo del conflicto con Irán. Sólo un cambio táctico.
Además, el hecho de que el foco vuelva a Gaza indica que Tel Aviv considera el frente palestino aún abierto, con objetivos que —a su juicio— siguen pendientes. Especialmente, la recuperación de rehenes y la eliminación de la estructura de Hamás.
Lo que viene no parece ser un respiro, sino una reorganización. La guerra no se ha detenido. Solo está cambiando de escenario.