Aire seco y vientos altos limitan la formación ciclónica. Expertos prevén repunte entre julio y noviembre
En un hecho inusual para la meteorología moderna, el mes de junio de 2025 cerrará sin el desarrollo de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico y el Caribe, un fenómeno que no ocurría desde 2014, según coinciden meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) y otros institutos regionales de vigilancia climática.
Este silencio ciclónico en el inicio oficial de la temporada, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, sorprende a pesar de los pronósticos que anticipaban una temporada muy activa.
Aunque en 2019 tampoco se registró una tormenta en junio, ese año sí se formó un ciclón subtropical en mayo, lo que hace de 2025 una rareza climática absoluta, se recuerda en un texto de Prensa Latina.
Los expertos explican que la presencia de aire seco en niveles bajos de la atmósfera, junto con vientos cortantes desfavorables en altura, ha inhibido hasta ahora la gestación de sistemas tropicales, a pesar de temperaturas oceánicas cálidas.
Mientras tanto, el océano Pacífico muestra una actividad ciclónica mucho más intensa, marcando un fuerte contraste entre ambas cuencas.
Sistema al este de Bermuda bajo observación activa
Aunque junio termina sin sorpresas, el CNH mantiene bajo vigilancia una vaguada de baja presión localizada a unas 500 millas al este-sureste de Bermuda, que genera aguaceros y tormentas eléctricas desorganizadas.
La probabilidad de desarrollo de este sistema es baja —apenas un 10% en las próximas 48 horas— antes de que entre en contacto con vientos fuertes en niveles superiores que probablemente lo disipen.
El sistema, según el pronóstico, se moverá hacia el noreste del Atlántico central en los próximos días, alejándose progresivamente de zonas continentales y de influencia directa para el Caribe y la costa este de Estados Unidos.
Lista de nombres incluye reemplazos por huracanes catastróficos
A pesar del arranque tranquilo, los meteorólogos insisten en que la temporada no debe subestimarse. Las condiciones oceánicas siguen siendo propicias para una reanudación súbita de la actividad ciclónica, particularmente a partir de julio.
Para este año, la lista de nombres para las tormentas retoma la utilizada en 2019. Comienza con Andrea, seguida por Barry, Chantal y Dexter, este último en reemplazo del devastador Dorian, cuyo nombre fue retirado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tras su impacto catastrófico.
Completan la lista: Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Nestor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.
Con la advertencia de que “el silencio de junio no garantiza una temporada tranquila”, las autoridades instan a la población en zonas de riesgo a mantenerse informada, revisar planes de emergencia y no bajar la guardia ante lo que aún puede ser una temporada activa y potencialmente peligrosa.