La tensión se dispara: Teherán responde a bombardeos de EE.UU. e Israel
Este domingo, Irán anunció el cierre del Estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más estratégicas del mundo. La medida se da en respuesta a bombardeos estadounidenses sobre tres instalaciones nucleares iraníes, una acción que Teherán califica como un ataque directo a su soberanía y una violación grave del derecho internacional.
Alireza Tangsiri, comandante de las fuerzas navales de la Guardia Revolucionaria, fue tajante: el cierre se aplicará en cuestión de horas. Aunque Irán ha amenazado antes con esa medida, ahora parece ir en serio. “El enemigo recibirá el golpe desde donde menos lo espera”, advirtió Tangsiri. “Y si comete otra insensatez, lo enviaremos al infierno”, remató.
El Estrecho de Ormuz es el paso obligado para casi un tercio del petróleo que se transporta por mar en el planeta. Su cierre no es solo un mensaje político: es un puñetazo al corazón del comercio global de energía. Si Irán concreta el bloqueo, se dispararían los precios del crudo y podría arrastrar a otros actores a un conflicto abierto.
Yemen entra en guerra
A esta escalada se sumó un nuevo actor: Yemen. A través de su vocero militar, el general Yahya Saree, el país árabe declaró que se une oficialmente a Irán en la guerra contra Estados Unidos e Israel. El mensaje fue claro: barcos extranjeros deben mantenerse fuera de sus aguas territoriales.
Esta decisión se produce después de que Israel intensificara sus ataques en la región, golpeando posiciones no solo en Gaza, sino también en Siria y Líbano. Yemen, alineado con Irán desde hace años a través del movimiento hutí, ya había condenado esas ofensivas. Ahora, pasó de las palabras a la acción.
Una ofensiva sin precedentes
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán publicó una declaración cargada de acusaciones contra Washington. Según Teherán, los bombardeos estadounidenses del domingo fueron dirigidos contra instalaciones nucleares pacíficas, bajo supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Irán afirma que los ataques no solo rompieron acuerdos internacionales como la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad, sino que además dejaron al menos 400 muertos.
La cancillería iraní denunció que Estados Unidos actúa en total complicidad con Israel y que ambos gobiernos “abrazan la criminalidad” para imponer su poder. También se lanzó una crítica directa al director del OIEA por “alinearse con los belicistas” y no proteger la neutralidad del organismo.
El mundo al borde
Irán pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que convoque una sesión de emergencia. Exige que Estados Unidos rinda cuentas por su “agresión criminal” y que se impida la normalización del uso de la fuerza como política exterior. “El silencio ante una agresión tan flagrante hundirá al mundo en un nivel de peligro y caos sin precedentes”, advierte el comunicado.
El mensaje final de Irán es claro: responderá con toda su fuerza a cualquier nueva agresión. La diplomacia, aseguran, ha sido traicionada. Ahora, están listos para la guerra.
¿Qué significa el cierre del Estrecho de Ormuz?
Cerrar el Estrecho de Ormuz es una de las cartas más poderosas que tiene Irán. Ese estrecho conecta el Golfo Pérsico con el océano Índico y es vital para la exportación de petróleo desde Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y, por supuesto, Irán. Si se bloquea, se paraliza el comercio energético global y se presiona a las grandes potencias, en especial a Estados Unidos y Europa.
En otras palabras: es una maniobra de alto riesgo, con consecuencias económicas y militares inmediatas. Y ahora está sobre la mesa.