Thomas Massie denuncia que el ataque viola la Constitución de EE.UU.
Washington.- Donald Trump cargó con dureza este domingo contra uno de los suyos: el congresista republicano Thomas Massie, de Kentucky. ¿El motivo? Massie se atrevió a cuestionar el reciente bombardeo contra instalaciones nucleares iraníes, firmando una resolución que lo califica como inconstitucional al no haber pasado por el Congreso.
El expresidente, desde su plataforma Truth Social, lo llamó “una fuerza negativa”, “un perdedor” y “una desgracia para el movimiento MAGA”. Según Trump, Massie se opone a decisiones clave solo por protagonismo y lo acusó —sin pruebas— de simpatizar con Irán. “Cree que está bien que Irán tenga armas nucleares mientras gritan ‘¡Muerte a Estados Unidos!’”, escribió.
Para Trump, el ataque fue un éxito total. Sostiene que destruyó capacidades clave que, según él, Teherán habría usado “si hubiera podido”. Pero Massie, en su opinión, prefiere criticar “los logros brillantes” del ejército.
¿Qué está en juego realmente?
El ataque del que se habla, ejecutado sin aprobación del Congreso, golpeó tres instalaciones iraníes: Fordo, Natanz e Isfahán. Las reacciones en Washington no se hicieron esperar. Massie, junto con el demócrata Ro Khanna, impulsó una propuesta para frenar cualquier acción militar futura no autorizada contra Irán, invocando la Resolución de Poderes de Guerra de 1973.
Esa resolución, nacida tras el desastre de Vietnam, establece que el presidente debe consultar al Congreso antes de lanzar operaciones militares que no sean en defensa directa. En la práctica, los presidentes han hecho lo contrario durante décadas. Trump no fue la excepción.
La reacción demócrata: dura y directa
Desde el Senado, el líder demócrata Chuck Schumer exigió explicaciones. “Ningún presidente debería poder llevar al país a una guerra con amenazas erráticas y sin estrategia”, advirtió.
Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, fue aún más severo: acusó a Trump de engañar al país y de actuar por fuera de la ley. “Es una acción unilateral con consecuencias potencialmente devastadoras para la región y nuestros ciudadanos”, dijo.
Ocasio-Cortez y Tlaib piden medidas drásticas
Las voces más progresistas del Congreso no se contuvieron. La congresista Rashida Tlaib recordó los errores de Irak y acusó a Trump de seguir los pasos de Benjamin Netanyahu, a quien calificó de “criminal de guerra”. Pidió que el Congreso actúe ya para frenar “esta flagrante violación de la Constitución”.
Por su parte, Alexandria Ocasio-Cortez fue al grano: dijo que lo ocurrido es motivo suficiente para abrir un nuevo juicio político contra Trump. “Ha violado la Constitución. Ha actuado impulsivamente y nos ha acercado a una guerra que podría atraparnos por generaciones”, afirmó.
Un debate que reabre heridas
Más allá del fuego cruzado, lo que se discute es un tema central: ¿quién tiene el poder de decidir una guerra? El Congreso, según la ley. Pero los hechos van por otro camino. Los presidentes de Estados Unidos han encontrado formas de evitar ese filtro. Y este nuevo episodio, con bombas lanzadas sin debate ni aprobación, revive una tensión histórica entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El Congreso ahora debe decidir si reacciona o si vuelve a quedarse mirando. Porque, más allá de la política interna, las decisiones que se tomen —o no— pueden definir si Estados Unidos entra, de nuevo, en otra guerra sin final claro.