Jorge Saade afirma que EE.UU. e Israel buscan un cambio de poder en Irán
Santo Domingo. “Esto no va de uranio ni de represalias: es una guerra para derrocar al régimen iraní.” Con esa frase contundente, el analista internacional Jorge Saade resumió lo que, a su juicio, es el verdadero trasfondo del conflicto que sacude Oriente Medio. Durante su intervención en el programa Propuesta de la Noche, transmitido en República Dominicana por Teleimpacto, Saade desmenuzó lo que considera una operación estratégica encabezada por Estados Unidos e Israel con un solo fin: el colapso del poder de los Ayatolás en Teherán.
“Desde el principio, el objetivo ha sido eliminar a la teocracia iraní, no frenar su programa nuclear”, sentenció. Para Saade, los bombardeos recientes y la escalada de tensiones no responden a un impulso diplomático fallido, sino a una campaña militar cuidadosamente diseñada.
Una guerra abierta entre potencias regionales
Saade subraya que no se trata de un conflicto periférico ni de guerrillas irregulares. Aquí, asegura, estamos viendo un enfrentamiento directo entre potencias con tecnología militar avanzada, fuerzas aéreas activas, misiles de precisión y defensa antimisiles de última generación. “Esto no es Gaza ni Yemen. Es el conflicto más importante desde la Guerra del Golfo”, afirmó.
A diferencia de la guerra en Ucrania, que en su opinión opera bajo dinámicas de guerra híbrida, el conflicto entre Irán e Israel se ajusta a los patrones clásicos de la guerra convencional. “No es asimétrica. Es guerra abierta entre ejércitos formales. Y si esto escala, el mundo tendrá que reaccionar”, dijo.
Fardo: el punto ciego bajo tierra
Uno de los blancos de la ofensiva israelí, señaló Saade, ha sido el complejo subterráneo de enriquecimiento de uranio en Fardo, al sur de Teherán. Según el analista, solo Estados Unidos posee el armamento capaz de penetrar ese tipo de estructura blindada. “Todo apunta ahí. Si hay una instalación que preocupa a Washington, es esa”, aseguró.
En ese contexto, la participación de Estados Unidos no es menor. Saade insiste en que Israel no actúa solo, sino como una extensión de los intereses estratégicos de Washington. “Israel es el brazo extendido de la Casa Blanca en la región. Así ha sido desde hace décadas. Y hoy, más que nunca, eso queda claro”, comentó.
Acuerdos que nunca fueron
Según Saade, Washington ha intentado al menos cinco veces reiniciar un proceso de negociación con Irán, ofreciendo no solo control sobre el enriquecimiento de uranio, sino también condiciones que implicaban un repliegue regional iraní: cortar lazos con grupos armados en Siria, Líbano e Irak; limitar su expansión geopolítica y renunciar al control de ciertos recursos. “Pero Irán se negó. Para ellos, eso era ceder soberanía. Y lo dejaron claro”, explicó.
Para el analista, esa negativa iraní selló el destino del conflicto. “Cuando no hay espacio para el acuerdo, solo queda la fuerza”, afirmó.
“Una guerra sin retorno”
Finalmente, Saade hizo una advertencia cruda: este conflicto no terminará en una mesa de negociación. “Esto es una guerra de exterminio político. O cae Irán, o se repliega Israel con su influencia reducida. Pero no hay término medio. Y ninguno está dispuesto a perder”, declaró.
Según él, este no es un capítulo más en la historia tensa del Medio Oriente. Es el punto de quiebre. Un conflicto del siglo XX que estalló con toda su crudeza en pleno siglo XXI. La diplomacia, asegura, quedó atrás. Y el resultado será definitivo.