República Dominicana estabiliza capital en el Caribe. México y centroamérica logran leve crecimiento regional
NUEVA YORK.-En un escenario mundial marcado por tensiones geopolíticas, fragmentación comercial y una creciente incertidumbre financiera, la inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe cayó un 12 % en 2024, alcanzando los 164 000 millones de dólares, según el más reciente World Investment Report 2025 publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Pese al retroceso regional, Centroamérica, México y el Caribe mostraron señales de resistencia económica. El Caribe, impulsado por la estabilidad de las entradas en la República Dominicana, registró un incremento del 21 % en la IED, alcanzando los 3 900 millones de dólares.
Panorama global y nuevos mapas de inversión
El informe advierte que a nivel mundial, la inversión extranjera directa cayó un 11 %, en su segundo año consecutivo de descenso, ubicándose en 1,49 billones de dólares. Esta tendencia confirma la desaceleración estructural de los flujos de capital productivo, especialmente hacia las economías en desarrollo.
“El sistema financiero sigue canalizando el capital hacia donde es más fácil, no donde más se necesita”, alertó Rebeca Grynspan, secretaria general de Unctad. Según el reporte, en muchas naciones emergentes los recursos están eludiendo sectores esenciales como infraestructura, tecnología, energía y empleo.
Sudamérica pierde fuerza, pero Brasil lidera en volumen
La caída fue especialmente pronunciada en Sudamérica, con importantes bajas en Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Sin embargo, Brasil se mantuvo como el principal receptor de capital foráneo, apuntalado por inversiones continuas en energías renovables.
México, por su parte, encabezó el modesto crecimiento de Centroamérica, destacando por la captación de recursos en los sectores manufacturero y logístico.
Nuevas inversiones y oportunidades emergentes
Las inversiones de tipo greenfield —cuando las compañías construyen desde cero en otro país— aumentaron en número y valor, con especial impulso en petróleo refinado, economía digital y energías limpias. En este segmento, Argentina y Brasil se posicionaron como actores clave gracias a proyectos energéticos de gran escala.
Aunque las fusiones y adquisiciones internacionales continuaron en descenso, y la financiación de proyectos públicos cayó en la mayoría de la región, el Caribe volvió a destacarse con un repunte notable, respaldado por grandes iniciativas en energía solar, litio, hidrógeno verde y otras infraestructuras críticas.
Países como Chile, Jamaica, Perú y Uruguay también atrajeron financiamiento internacional para megaproyectos, usualmente bajo esquemas de construcción-propiedad-explotación, que garantizan compromisos a largo plazo de empresas multinacionales.
Retos urgentes, oportunidades latentes
El informe llega en un momento clave: días antes de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4), que se celebrará en Sevilla, España, entre el 30 de junio y el 3 de julio. El evento reunirá a líderes mundiales para debatir cómo cerrar la brecha entre los flujos de capital y las necesidades reales de desarrollo.
Grynspan concluyó con una advertencia y un llamado: “Si alineamos la inversión pública y privada con los objetivos de desarrollo, los mercados pueden aportar escala, estabilidad y predictibilidad, y convertir la volatilidad de hoy en la oportunidad de mañana”.