Bernie Sanders lidera iniciativa que frena acciones militares unilaterales
Washington, D.C. – En un momento de creciente tensión en Oriente Medio, un grupo de senadores estadounidenses encabezado por Bernie Sanders está enviando un mensaje claro: no habrá guerra con Irán sin la aprobación del Congreso. La iniciativa, presentada bajo el título “No a la guerra con Irán”, busca frenar cualquier intento del Ejecutivo de iniciar acciones militares sin el respaldo legal que exige la Constitución.
En su comunicado, Sanders fue directo: los recientes ataques ordenados por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, contra Irán “violan el derecho internacional” y podrían detonar un conflicto regional de gran escala. Recalcó que “el presidente no tiene autoridad para iniciar otra guerra costosa sin autorización explícita del Congreso”, retomando el principio constitucional de que solo el Legislativo puede declarar la guerra, recoge una nota publicada por aurora-israel.co.i.
La resolución cuenta con el apoyo de otros senadores demócratas como Peter Welch, Elizabeth Warren, Jeff Merkley, Chris Van Hollen, Ed Markey, Tammy Baldwin y Tina Smith. Todos coinciden en que es el momento de reafirmar los límites del poder presidencial en materia militar.
Paralelamente, el senador Tim Kaine propuso una resolución complementaria que exige un “debate y una votación inmediatos” antes de que EE. UU. participe en cualquier operación armada contra Irán. Es una movida que busca obligar al Congreso a tomar el control antes de que se repita una intervención sin rumbo claro, como sucedió en Irak o Afganistán.
La preocupación no es infundada. El expresidente Donald Trump, en una señal de alarma, abandonó abruptamente la cumbre del G7 en Canadá para reunirse con su Consejo de Seguridad Nacional. Aunque el Pentágono ha negado una participación directa en los ataques israelíes, la tensión ya está instalada.
En el trasfondo, la Constitución es clara: solo el Congreso tiene la facultad de declarar la guerra. El presidente puede autorizar operaciones limitadas, pero no iniciar un conflicto sin debate y aprobación legislativa. La resolución liderada por Sanders no solo es una advertencia, sino también un intento por retomar el equilibrio de poderes antes de que se tome una decisión que podría arrastrar a EE. UU. a otro conflicto sin fin.