Este flujo constante de dinero enviado por la diáspora dominicana es crucial.
SANTO DOMINGO, RD. Las remesas familiares continúan siendo un pilar fundamental para la economía dominicana, con cifras que reflejan un crecimiento sostenido. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ha informado que, entre enero y mayo de 2025, el país recibió un total de US$4,903.0 millones en remesas, marcando un impresionante aumento del 11.9% en comparación con el mismo período del año anterior. Solo en mayo, la cifra alcanzó los US$985.5 millones, un 11.1% más que en mayo de 2024.
Este flujo constante de dinero enviado por la diáspora dominicana es crucial. Actúa como un motor de desarrollo, generando un efecto multiplicador en el consumo, impulsando la inversión y proporcionando un salvavidas financiero para los sectores más vulnerables del país.
Contexto internacional y motores del crecimiento
El desempeño positivo de las remesas es aún más notable si se considera el contexto internacional. A pesar de un ambiente global de incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros, que ha impactado las expectativas de crecimiento global y provocado cautela en hogares y empresas, especialmente en países con grandes comunidades migrantes, las remesas a la República Dominicana han logrado mantener su ritmo ascendente.
Un factor clave en este crecimiento ha sido el buen desempeño de la economía estadounidense. Estados Unidos sigue siendo la principal fuente de remesas, originando el 83.1% de los flujos formales en mayo, lo que se traduce en aproximadamente US$759.2 millones. Indicadores económicos como la tasa de desempleo, que se mantuvo en un 4.2% en mayo (sin variación desde abril y cerca de los niveles de pleno empleo), sugieren una estabilidad laboral que permite a los dominicanos en el exterior seguir apoyando a sus familias.
Sin embargo, el panorama no es del todo uniforme. El Índice de Gestores de Compras (PMI) no manufacturero del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) registró un valor de 49.9 en mayo, ligeramente por debajo del 51.6 de abril de 2025. Aunque esta leve disminución podría señalar una moderación en el sector servicios, no ha sido suficiente para frenar el ímpetu de las remesas.
Más allá de Estados Unidos, otros países también contribuyen significativamente a este flujo vital. España se posiciona como el segundo país en importancia, aportando US$54.1 millones en mayo, lo que representa el 5.9% del total. Le siguen Haití (1.4%), Italia y Suiza (cada uno con un 1.1%), así como Canadá y Francia, entre otros.
Distribución y perspectivas futuras
En cuanto a la distribución interna, las remesas se concentran predominantemente en las zonas urbanas. El Distrito Nacional recibió el 37.1% de las remesas en mayo, seguido por Santiago con un 13.2% y Santo Domingo con un 8.0%. Esto significa que más de la mitad (58.3%) de las remesas se destinan a las principales áreas metropolitanas del país.
Las perspectivas del BCRD para el resto de 2025 son optimistas. Se espera que los ingresos de divisas continúen evolucionando favorablemente, impulsados no solo por las remesas, sino también por el turismo, la inversión extranjera directa (IED) y las exportaciones. El Banco Central estima que, al finalizar el año, las remesas alcanzarán los US$11,300 millones y la IED se situará en torno a los US$4,700 millones.
Estos sólidos ingresos de divisas han sido clave para mantener la estabilidad del tipo de cambio. A cierre de mayo de 2025, la moneda nacional se había apreciado en un 3.4% con respecto a finales de 2024. Además, este influjo de capital ha permitido mantener un nivel robusto de reservas internacionales, que a finales de mayo ascendían a US$14,643.6 millones. Esta cifra representa un 11.6% del Producto Interno Bruto (PIB) y cubre aproximadamente 5.4 meses de importaciones, superando los umbrales recomendados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Banco Central reafirma su compromiso de monitorear de cerca el entorno económico y de implementar las medidas necesarias para mitigar cualquier impacto del desafiante panorama internacional, garantizando así la estabilidad de precios y del mercado cambiario.