La nueva estrategia busca atacar de raíz la congestión en la capital
Santo Domingo.- Este martes, el Gabinete de Transporte presentó una nueva estrategia para reorganizar el tránsito en la capital y sus alrededores. Se trata de un plan técnico, ambicioso y urgente, diseñado para enfrentar el crecimiento descontrolado del parque vehicular —más de seis millones de unidades ya circulan en el país— y una red vial que simplemente no da abasto.
Durante el acto de presentación, encabezado por José Ignacio Paliza, director del Gabinete de Transporte, se explicaron los principales pilares de esta iniciativa. No se trata solo de pintar rayas ni de poner más policías en las esquinas: el plan parte de datos duros, con levantamientos en 120 intersecciones críticas, más de 220 horas de video analizado y encuestas de movilidad en 3,000 puntos.
¿El objetivo? Reducir la congestión, acortar los tiempos de viaje, mejorar la seguridad vial y, sobre todo, recuperar el control del espacio público, hoy dominado por la anarquía vehicular.
Según Alexandra Cedeño, directora de Movilidad Sostenible del INTRANT, el corazón del plan está en cinco acciones clave:
- Reordenamiento de los principales corredores viales.
- Modernización del sistema de semáforos.
- Regulación del estacionamiento público.
- Gestión por horarios de los flujos laborales y escolares.
- Nuevo régimen de sanciones por infracciones, en coordinación con la Procuraduría General.
Estas medidas apuntan a una reorganización profunda y no solo cosmética. El Gobierno quiere evitar que el tránsito siga siendo un obstáculo para la vida cotidiana y el desarrollo económico.
Además, la estrategia no es solo local. Durante el evento, se firmó un Memorándum de Entendimiento con el Departamento de Transporte de Nueva York, representado por su comisionado, Ydanis Rodríguez. La idea es compartir experiencias, conocimientos y soluciones ya probadas en una ciudad que también ha tenido que pelear duro contra el tráfico urbano.
Este acuerdo representa un paso importante hacia una cooperación técnica real, donde la planificación urbana se apoya en la experiencia internacional, sin improvisaciones.
Pero el éxito de este plan no depende solo del Estado. Tanto las empresas como las escuelas, los municipios y la ciudadanía tendrán que asumir su parte. La movilidad sostenible no es tarea de un solo actor.
Si este esfuerzo logra implementarse como está planteado, podría marcar un antes y un después en la forma en que nos movemos por la ciudad. Si no, será solo otro anuncio más en el largo historial de promesas incumplidas en materia de transporte.