Teherán exige evacuación de ciudades israelíes tras escalada de bombardeos y Washington se pronuncia sobre el ayatolá Jamenei.
MADRID, 17 de junio. La tensión en Medio Oriente alcanza un nuevo pico. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Abdolrahim Musavi, ha lanzado una advertencia contundente a Israel, exigiendo la evacuación de Tel Aviv y Haifa. Sus declaraciones, emitidas en un mensaje televisado, llegan en medio de una oleada de ataques que ha sacudido la región. Musavi fue claro: los bombardeos iraníes recientes "solo han sido una advertencia disuasoria", pero "pronto se llevarán a cabo operaciones punitivas".
Este ultimátum iraní se enmarca en la escalada de hostilidades iniciada la semana pasada por Israel, con ataques contra instalaciones nucleares y zonas residenciales en Teherán. La cifra de víctimas en Irán supera ya los 224 fallecidos y miles de heridos. En respuesta, los ataques iraníes han cobrado la vida de al menos 24 personas en Israel.
El significado de la medida anunciada
La petición de evacuación de las principales ciudades israelíes por parte de Irán es una declaración de intenciones seria, que va más allá de la retórica habitual en tiempos de conflicto. Significa una escalada deliberada y calculada de la amenaza iraní. Al instar a los civiles a abandonar Tel Aviv y Haifa, Irán no solo está intensificando la presión psicológica sobre la población israelí, sino que también está sentando las bases para justificar futuras acciones militares de mayor envergadura.
Desde el punto de vista estratégico, esta advertencia puede interpretarse de varias maneras:
- Preparación para ataques a gran escala: Al notificar la evacuación, Irán podría estar indicando que sus próximas "operaciones punitivas" no se limitarán a objetivos militares específicos, sino que podrían extenderse a centros urbanos. Esto eleva considerablemente el nivel de riesgo y anticipa un conflicto de mayor alcance.
- Aumento de la presión política y social: La evacuación forzada de ciudades genera caos, miedo y desestabilización social. Irán busca con esto ejercer una presión interna sobre el gobierno israelí para que cese sus ataques, utilizando a la población civil como un punto de inflexión.
- Mensaje de disuasión: Aunque Musavi habló de "operaciones punitivas", la advertencia de evacuación en sí misma ya actúa como una forma de disuasión. El mensaje implícito es: "somos capaces de causar un daño significativo y estamos dispuestos a hacerlo".
Musavi defendió la respuesta iraní, asegurando que la Fuerza Aérea ha "infligido fuertes golpes al enemigo", enfocándose en "objetivos sensibles y vitales". Criticó duramente los ataques israelíes, que, según él, han golpeado a civiles iraníes bajo el pretexto de objetivos militares, violando el Derecho Internacional. El jefe militar iraní denunció también la muerte de unos 300 periodistas en Gaza y Líbano, y el reciente ataque a la sede de la televisión pública iraní en Teherán, calificándolo como un intento de "silenciar la voz de la verdad". "No nos hemos rendido y exigiremos cuentas a (Israel) por sus actos criminales", afirmó categórico.
Estas declaraciones llegan apenas minutos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hiciera una controvertida afirmación: Washington sabe dónde se esconde el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, aunque por ahora no planean "eliminarlo". "Es un blanco fácil", sentenció Trump.
La escalada de violencia ha tenido un impacto directo en los esfuerzos diplomáticos. La nueva ronda de negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní, programada para este domingo en Mascate, Omán, fue cancelada por las autoridades iraníes a raíz de los ataques israelíes. El futuro de la región pende de un hilo, con la comunidad internacional observando con preocupación cada movimiento en este ajedrez geopolítico.