La ceremonia en Barahona reafirma el compromiso con la prevención y los valores
Barahona vivió un momento de orgullo el pasado sábado 14 de junio, cuando 92 jóvenes de distintos sectores culminaron su formación en el programa Policía Juvenil Comunitaria. El acto, celebrado en el Auditorio Antonio Méndez del Centro UASD-Barahona, dejó claro que la prevención y la educación siguen siendo pilares en los esfuerzos por construir una sociedad más segura y participativa.
Este programa, impulsado por la Policía Nacional, busca formar jóvenes en valores, civismo, liderazgo y disciplina, alejándolos de entornos de riesgo y conectándolos con herramientas para su desarrollo personal. La ceremonia fue encabezada por la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, acompañada de altos mandos policiales, autoridades locales y representantes comunitarios.
Raful fue clara en su mensaje: “Es posible vivir bien, hacer las cosas bien y ser útil a la sociedad”. Invitó a los graduandos a seguir firmes en sus estudios, practicar deportes, evitar los vicios y mantener su compromiso con la comunidad. Subrayó que el Ministerio respaldará siempre este tipo de iniciativas que apuestan por la juventud.
Durante el evento, varios jóvenes fueron reconocidos por su rendimiento ejemplar. Se entregaron medallas, pergaminos y obsequios, en medio de aplausos de familiares, amigos y más de 200 nuevos postulantes que se dieron cita con la esperanza de integrar la próxima promoción.
Como muestra de agradecimiento, los egresados entregaron reconocimientos al general Claudio González Moquete y al coronel Roberto Luis Lerebours, por su cercanía, entrega y apoyo constante al proyecto. Ambos han sido figuras clave para que el programa crezca y se mantenga activo en la región Sur.
Más allá de los discursos y las fotos, el evento fue una confirmación de que sí se pueden construir espacios positivos para los jóvenes cuando hay voluntad institucional y participación comunitaria. La Policía Juvenil Comunitaria no es solo un programa: es una apuesta por el futuro. Un futuro con más disciplina, más sentido de pertenencia y menos violencia.