Fiscalía acusa a hermanos Espaillat de negligencia criminal tras colapso
Distrito Nacional.- El colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido el 8 de abril pasado durante una concurrida fiesta de merengue, dejó 235 personas muertas y más de 180 heridas. Ahora, el Ministerio Público ha solicitado medidas de coerción contra los responsables de la administración del lugar: prisión preventiva para Antonio Espaillat, gerente del club, y arresto domiciliario para su hermana Maribel Espaillat, administradora.
Ambos están acusados de homicidio involuntario y de causar golpes y heridas involuntarias, cargos tipificados en los artículos 319 y 320 del Código Penal Dominicano. Según la fiscalía, la tragedia fue producto de años de negligencia sistemática y decisiones empresariales irresponsables. Las medidas preventivas se conocen este sábado en un tribunal del Distrito Nacional.
Un techo que avisó, pero nadie escuchó
La noche del derrumbe, el legendario merenguero Rubby Pérez estaba en escena. Murió junto a decenas de fanáticos que asistieron al evento sin imaginar que el techo del lugar se vendría abajo. Tras el desastre, la Procuraduría General de la República, encabezada por Yeni Berenice Reynoso, ordenó una investigación inmediata y aseguró la escena del colapso para peritajes técnicos.
El informe preliminar del Ministerio Público es contundente: los dueños del Jet Set ignoraron advertencias reiteradas sobre el mal estado estructural del edificio, realizaron remodelaciones ilegales y sobrecargaron el techo con equipos pesados sin ningún tipo de estudio técnico. Todo esto, aseguran los fiscales, con pleno conocimiento del peligro.
Remodelaciones sin permiso y estructura alterada
Lo que alguna vez fue una sala de cine, fue transformado con el tiempo en una discoteca de gran afluencia sin adecuaciones técnicas adecuadas. El Ministerio Público revela que los hermanos Espaillat realizaron numerosas modificaciones estructurales, incluyendo la instalación de un escenario, sistemas de luces, bares y zonas VIP, sin los permisos requeridos ni supervisión del Ministerio de Obras Públicas ni de la Alcaldía del Distrito Nacional.
Una de las modificaciones más críticas fue la eliminación de una columna estructural clave. Según los peritos designados —entre ellos el ingeniero Leonardo de Jesús Reyes Madera y el especialista Eduardo Fierro de BFP Engineers—, esta alteración comprometió seriamente la estabilidad del techo.
El techo del Jet Set, ya debilitado, fue cargado con casetas, ductos de ventilación, seis unidades de aire acondicionado industriales de hasta 20 toneladas y tinacos de agua, todo sin evaluar si la estructura podía soportar ese peso.
Las señales estaban ahí
Los fiscales aseguran que los hermanos Espaillat no solo sabían del mal estado del techo, sino que recibieron reportes gráficos y advertencias verbales de sus propios empleados. Aun así, no actuaron. Horas antes del colapso, hubo una caída de escombros dentro del local. Algunos empleados pidieron suspender la fiesta. Maribel Espaillat se negó. Alegó que no estaba presente Antonio y que no se podía detener el evento. La fiesta siguió.
“La prioridad no era la seguridad, era el dinero”, apunta el expediente. Esa noche, cientos de personas entraron al local sin saber que su vida estaba en riesgo. Para los fiscales, el colapso no fue un accidente. Fue una consecuencia directa de una cadena de negligencias, omisiones y decisiones motivadas por el interés económico.
La evidencia: clara y contundente
El Ministerio Público afirma tener pruebas técnicas y testimoniales suficientes para demostrar que la tragedia fue completamente evitable. El informe forense detalla fallas estructurales graves: ausencia de muros de soporte, anclajes mal ejecutados y modificaciones sin respaldo técnico. Todo apunta a una gestión temeraria.
Además, los fiscales acusan a los imputados de haber intentado intimidar a testigos para entorpecer la investigación. Según el documento judicial, se han documentado presiones directas a empleados y colaboradores con el fin de evitar que brinden información comprometedora.
Lo que viene
La solicitud de coerción fue presentada por un equipo liderado por Wilson Camacho, titular de la Dirección General de Persecución, y la fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos. El documento también lleva las firmas de los fiscales Héctor García, Magalys Sánchez, Enamuel Ramírez, Rosa Ysabel Mejía, Miguel Collado y Vladimir Viloria.
La fiscalía busca enviar un mensaje claro: esta tragedia no quedará impune. Piden prisión preventiva para Antonio Espaillat y arresto domiciliario para su hermana Maribel, mientras avanza la investigación judicial que podría derivar en una condena ejemplar.
Mientras tanto, las familias de las víctimas siguen esperando justicia. El colapso del Jet Set no fue solo un accidente estructural, fue el resultado de decisiones humanas, evitables y, sobre todo, irresponsables.