Movilización pacífica exige soluciones a problemas urgentes ignorados años de reclamos en la comunidad
SANTO DOMINGO. — Con pancartas en mano y una actitud de firmeza cívica, los residentes de Colinas del Arroyo II protagonizaron una concentración pacífica este fin de semana, en la entrada principal de su sector, para exigir a las autoridades municipales y estatales que respondan ante el deterioro crónico de los servicios e infraestructuras en la zona.
El acto, organizado de manera ordenada y respetuosa, dejó en evidencia el profundo malestar de esta comunidad ubicada en Santo Domingo Norte, ante lo que califican como una prolongada indiferencia institucional por parte del Ayuntamiento, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) y la empresa eléctrica EDEESTE.
“No queremos promesas, queremos acciones. Vivimos entre calles intransitables, aguas negras y peligros constantes. Exigimos dignidad”, manifestaron representantes comunitarios, quienes han elevado denuncias y solicitudes formales sin recibir respuesta efectiva.
Abandono de calles e infraestructuras básicas pone en riesgo
Entre los reclamos más urgentes figuran las calles deterioradas, contenes y aceras destruidas que dificultan la movilidad, poniendo en riesgo a conductores, peatones y especialmente a niños y personas mayores.
A esto se suma la constante fuga de aguas residuales, provenientes de los imbornales, que generan malos olores, insalubridad y criaderos de insectos.
Los vecinos aseguran que esta situación ha sido reportada en múltiples ocasiones, sin que se tomen acciones correctivas contundentes. “Los imbornales rebosan aguas contaminadas a plena luz del día. Es un riesgo de salud pública”, afirmó una de las voceras barriales.
Vecinos reiteran su derecho a vivir con dignidad
Durante la jornada, los manifestantes recalcaron que la comunidad no busca confrontación, sino soluciones. Sin embargo, advirtieron que, si las autoridades continúan ignorando sus reclamos, intensificarán las movilizaciones manteniendo siempre el carácter pacífico de sus acciones.
“Nuestra paciencia tiene límites. Hemos sido respetuosos, hemos acudido a todas las vías institucionales, y seguimos en el abandono. Si no somos escuchados, volveremos a la calle”, señalaron líderes del sector.