Mercados celebran el IPC favorable, pero aún sin recortes a la vista
Nueva York. — Los últimos datos de inflación en Estados Unidos confirman una tendencia a la baja, pero no lo suficiente como para que la Reserva Federal (Fed) active recortes en los tipos de interés en el corto plazo, advirtió Nigel Green, director ejecutivo del grupo de asesoría financiera deVere.
Según el informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, la inflación anual se situó en 2,4%, una décima por debajo del mes anterior y en línea con lo esperado. A su vez, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, bajó a 2,8%, también una décima por debajo de lo previsto. Aunque las cifras alimentan el optimismo de los mercados, la Fed no se dejará llevar por el entusiasmo.
“La inflación se está enfriando, pero no de forma decisiva”, advirtió Green, quien subraya que factores como los aranceles vigentes y señales de desaceleración económica complican la toma de decisiones del banco central.

La FED enfrentará un escenario complejo este verano
Green anticipa que la Fed mantendrá la pausa durante el verano, incluso si los mercados descuentan recortes en septiembre:
“Aun con señales positivas, la institución necesita ver una reducción consistente y generalizada en los precios de servicios y bienes. Y aún no hemos llegado a ese punto”.
A esta cautela se suma un mercado laboral que continúa mostrando fortaleza, con crecimiento salarial firme y demanda de consumo activa, mientras que por otro lado se observa un descenso en la inversión empresarial y un aumento en la emisión de deuda.
A este panorama se suma el efecto de los aranceles del 'Día de la Liberación', introducidos bajo la administración Trump, que han sido recientemente ratificados por un tribunal de apelaciones mientras se decide su legalidad.
“Los aranceles son inflacionarios por diseño. En este momento, están actuando como un contrapeso a la desinflación, justo cuando los indicadores de crecimiento comienzan a debilitarse”, señala el CEO de deVere.
Inversión inteligente frente a una política sin movimientos
Frente a este contexto de incertidumbre, Green insta a los inversores a actuar con prudencia pero sin pasividad.
“Apostar por recortes inmediatos puede ser costoso. Este es un momento para posicionarse ante el estancamiento, no para anticipar un alivio”.
DeVere recomienda concentrarse en sectores con capacidad de adaptación y poder de fijación de precios, como energía, automatización e infraestructura. En cambio, sectores sensibles a las tasas de interés y con alta exposición a deuda corren mayores riesgos.
La empresa también advierte que el mercado de bonos sigue bajo presión, con rendimientos elevados por una emisión récord de deuda estadounidense y una demanda externa debilitada, lo que afectará la valoración de activos y el riesgo de refinanciación.
Finalmente, Green alerta contra la complacencia:
“Mantener efectivo parece seguro, pero la inflación lo erosiona. La volatilidad actual crea oportunidades de entrada. Quedarse al margen puede ser más peligroso de lo que parece”.
El mensaje de fondo es claro: aunque el IPC trajo alivio momentáneo, la batalla contra la inflación está lejos de concluir. La Fed no se precipitará y el mercado deberá seguir navegando en la ambigüedad.
“No adivinen —concluye Green—. Posiciónense correctamente, y háganlo ahora”.