Once años transformando desechos en arte: hoteles y emprendedores compiten por la sostenibilidad
La Romana, RD. – Botellas convertidas en lámparas, llantas transformadas en muebles y redes de pesca reconvertidas en esculturas. Estos fueron algunos de los proyectos que compitieron en la 11ª edición del Concurso de Reciclaje La Romana, donde hoteles y emprendedores demostraron que la basura puede tener una segunda vida útil.

El evento, organizado por el Clúster Turístico La Romana-Bayahibe, premió a seis iniciativas en dos categorías. En el sector hotelero, Casa de Campo Resort se alzó con el primer lugar por un jardín vertical hecho con 2,300 botellas plásticas. Dreams Dominicus y Sunscape Dominicus completaron el podio con mobiliario creado a partir de palets y decoraciones con vidrio molido.
Entre los participantes independientes, el Museo Juan Ponce de León sorprendió con una réplica de su fachada colonial construida con tapas de metal y fragmentos de cerámica. "Cada pieza cuenta nuestra historia", explicó María Estévez, curadora del museo. Artesanía Mojica y la Fundación Thai Sonrisas RD ganaron segundo y tercer lugar respectivamente con juguetes didácticos para niños y prótesis ortopédicas elaboradas con plástico reciclado.
Un jurado multisectorial –con representantes de Medio Ambiente, banca privada y comercios– evaluó originalidad, utilidad y potencial de replicabilidad. "No buscamos solo manualidades, sino soluciones reales para reducir residuos", aclaró Andrés Fernández del Clúster Turístico. Los ganadores recibieron capital semilla y asesoría técnica para escalar sus proyectos.
El dato crucial: según el Ministerio de Medio Ambiente, La Romana genera 285 toneladas diarias de desechos. "Cada proyecto aquí evita que 40 kg de materiales terminen en vertederos o playas", destacó Mónica Lorenzo durante la ceremonia en Multiplaza La Romana.
El concurso, que inició en 2013 como una iniciativa local, ahora atrae patrocinadores como Banreservas y ARS Universal. Su evolución refleja un cambio de mentalidad: mientras los primeros años predominaban adornos, ahora predominan mobiliario urbano, energía solar y hasta moda sostenible.
Pendiente: replicar estos modelos en otros destinos. Azua y Puerto Plata ya han contactado a los organizadores para adaptar la metodología. Mientras, los ganadores preparan talleres comunitarios. "El verdadero premio es ver cómo estas ideas se multiplican", concluyó Fernández.