Fechaza la democracia y culpa a influencias extranjeras del caos
KANDAHAR, AFGANISTÁN. — El líder supremo del régimen talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada, lanzó este sábado un severo mensaje a su propia organización al advertir que las divisiones internas, la corrupción y la lucha de poder entre facciones podrían provocar el colapso del Emirato Islámico de Afganistán.
Desde su bastión en Kandahar, el corazón ideológico del movimiento talibán, Ajundzada instó a la unidad en medio de crecientes tensiones con la influyente red Haqqani, cuyos líderes ejercen fuerte presencia en la capital, Kabul.
El mensaje del líder talibán, transmitido por la cadena afgana AMU TV, fue claro: “Si usamos los fondos públicos como botín personal, este sistema colapsará”, reseña Europa Press.
Ajundzada teme que la lucha interna debilite el emirato talibán
El líder talibán advirtió que buscar prestigio individual y poder dentro del movimiento debilita la esencia de su régimen. “Si buscamos posiciones solo para elevar nuestro estatus y tratamos con injusticia, traicionamos los principios del islam”, afirmó.
Además, denunció lo que denominó como “esfuerzos extranjeros para desestabilizar el sistema islámico”, insinuando que potencias internacionales están intentando infiltrar nuevamente ideas occidentales para socavar al gobierno talibán, que se reinstaló en el poder en 2021 tras la retirada de tropas estadounidenses.
El líder supremo rechaza la democracia como modelo válido
En un pasaje especialmente revelador de su intervención, Ajundzada rechazó categóricamente cualquier retorno a formas democráticas de gobierno. “Este sistema es islámico y basado en la sharia. Aquí las democracias han ido y venido. Pero lo hemos experimentado. La democracia no es el camino a la salvación”, afirmó con contundencia.
“La sharia es el único camino hacia el éxito de la humanidad”, remató el mulá, consolidando su posición como guardián ideológico de una línea talibán radical y rígidamente teocrática, en contraste con sectores del régimen más pragmáticos o abiertos al diálogo internacional.
El discurso de Ajundzada, cargado de advertencias y reafirmaciones dogmáticas, confirma la fragilidad estructural del régimen talibán y deja entrever una posible lucha interna de poder que podría tener consecuencias significativas para la estabilidad política y social de Afganistán.