El Teatro Nacional rendirá tributo al merenguero y a las víctimas del Jet Set
El próximo 11 de julio, el Teatro Nacional se llenará de merengue, memoria y emoción. Bajo el nombre “Rubby Pérez Infinito”, se celebrará una gala especial en honor al icónico merenguero dominicano, fallecido el pasado abril durante la tragedia del Jet Set. El evento, además de rendir homenaje a su legado, recordará a las 236 víctimas que perdieron la vida junto a él.
La cita es a las 8:30 de la noche en la Sala Carlos Piantini, donde una alineación de artistas nacionales e internacionales se unirá para celebrar la trayectoria de quien fue considerado “la voz más alta del merengue”. Con 50 años de carrera sobre los hombros, Rubby dejó una marca imborrable en la música popular dominicana, y este concierto buscará honrar esa historia.
La producción artística está a cargo de Aidita Selman, una figura respetada del teatro y los espectáculos en el país, mientras que la producción ejecutiva recae en Eliezer Pérez, hermano del artista. Ambos han trabajado para que la noche esté a la altura del homenajeado.
La dirección musical estará en manos del maestro Manuel Tejada, nombre clave en la música dominicana. Él dirigirá una orquesta de 36 músicos que revivirán los grandes éxitos de Rubby Pérez: Volveré, Enamorado de ella, Dame veneno, Hazme olvidarla y Buscando tus besos, entre otros.
Selman adelantó que ya hay varias figuras confirmadas del entretenimiento nacional e internacional, aunque los nombres se revelarán más adelante en una rueda de prensa oficial. Lo que sí está claro es que será una noche cargada de emoción, ritmo y memoria colectiva.
Rubby Pérez no solo fue una voz poderosa, fue un símbolo del merengue, un referente de generaciones, y un artista que llenó escenarios dentro y fuera del país. Su partida dejó un vacío profundo, y “Rubby Pérez Infinito” busca llenar ese espacio con música, gratitud y respeto.
Las boletas para el concierto ya están disponibles a través de Uepa Tickets. Será una noche para recordar, para cantar, y para despedir como se merece a uno de los grandes.