Franklin Vásquez critica la parálisis política ante el colapso fiscal
“Estamos cayendo en una trampa de la que no vamos a salir fácil. Con esa frase, el economista Franklin Vásquez encendió las alarmas sobre la situación fiscal de República Dominicana. En una entrevista con el periodista Manuel Jiménez, transmitida por el programa Propuesta de la Noche, Vásquez aseguró que el país está atrapado en una espiral de deuda, gasto ineficiente y baja inversión pública, producto de una estructura tributaria desequilibrada y una falta total de decisión política.
Según Vásquez, la inercia del gobierno frente a una reforma fiscal estructural está llevando al Estado a un punto crítico. Mientras el gasto corriente —salarios, servicios, burocracia— sigue creciendo, las inversiones que podrían transformar el país están estancadas. Carreteras, hospitales, escuelas y acueductos se quedan en el papel. “Este año, la inversión pública podría cerrar por debajo del 2 % del PIB. Esa cifra es insostenible para un país en desarrollo”, advirtió.
El problema no es solo de gasto, sino también de cómo se financia. Vásquez criticó que el endeudamiento público se use para cubrir gastos recurrentes en lugar de impulsar proyectos productivos que generen retorno. “Si tomas prestado para pagar nóminas, lo que estás haciendo es hipotecar el futuro del país”, afirmó.
Otro punto clave en su análisis fue la baja presión tributaria de República Dominicana, una de las más bajas de América Latina. Según él, el sistema actual castiga a los sectores más pobres y favorece a los que más tienen. Exenciones fiscales a grandes empresas, privilegios para partidos y legisladores, y una burocracia que crece sin control, son algunos de los elementos que agravan el problema.
Vásquez recordó que en la campaña electoral de 2020 todos los candidatos coincidieron en que una reforma fiscal era urgente. Sin embargo, nadie ha dado el primer paso. “El temor al costo político ha paralizado decisiones fundamentales. Pero lo que está en juego no es una elección: es la estabilidad económica del país”, dijo.
Para el economista, el año 2025 representa una ventana única. No habrá elecciones y el gobierno tendrá margen político y técnico para actuar. Propone aprovechar ese momento para presentar una reforma tributaria integral junto con el presupuesto del 2026. De lo contrario, advierte, el país continuará hundiéndose en una dinámica peligrosa: más deuda, menos inversión, servicios públicos en retroceso y pérdida de credibilidad internacional.
Finalmente, Vásquez no se quedó en la crítica: propuso una revisión profunda del gasto público. Planteó eliminar privilegios, racionalizar las exenciones y acabar con la cultura de empleomanía política. “No se puede seguir financiando un aparato que no produce ni redistribuye. Si no corregimos eso, la desigualdad va a seguir creciendo y el desarrollo seguirá siendo una ilusión”.
El mensaje fue claro: el tiempo se agota.