Hallan alcohol metílico en torno a una estrella joven a 330 años luz
Un grupo de astrónomos, liderado por la investigadora Alice Booth del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, ha detectado una forma rara de metanol—un tipo de alcohol—en el disco protoplanetario que rodea a la estrella HD 100453, situada a 330 años luz de distancia. La investigación, publicada en The Astrophysical Journal Letters, representa la primera vez que se observan isótopos de metanol en una estructura de este tipo, y podría ser una pista clave sobre la química que precede a la vida.
Este descubrimiento no es un hallazgo menor. El metanol, además de ser una molécula orgánica relativamente simple, es considerado un bloque de construcción fundamental en la química prebiótica. Y su detección en un entorno en el que se están formando planetas sugiere que los ingredientes de la vida podrían no ser tan exclusivos de la Tierra como parecía.
El cóctel estelar
El equipo utilizó el Atacama Large Millimeter-submillimeter Array (ALMA), una red de radiotelescopios en el desierto de Atacama, Chile, que permite observar detalles increíblemente precisos de discos de formación planetaria. En el caso de HD 100453, una estrella un 60% más masiva que el Sol, ALMA detectó no solo metanol, sino versiones raras de este compuesto con distinta cantidad de neutrones, conocidas como isótopos.
"Encontrar estos isótopos de metanol nos da información crucial sobre el pasado químico de las moléculas que podrían haber sembrado vida en planetas como la Tierra", dijo Booth.
Lisa Wölfer, coautora del estudio y científica del MIT, agregó que “la edad de esta estrella—más de un millón de años—es bastante buena para estudiar estos procesos. Es una etapa en la que ya se están formando cuerpos como cometas, y eso es clave”.
La ventaja de observar HD 100453 radica en su masa. Al ser más grande que el Sol, genera más calor, lo que permite que moléculas como el metanol se mantengan en estado gaseoso incluso lejos de la estrella. Eso facilita su detección con instrumentos como ALMA, que no pueden observar moléculas congeladas en el hielo.
Claves para entender nuestro propio origen
Lo más interesante del hallazgo es la proporción en la que aparece el metanol en este sistema: es casi idéntica a la observada en los cometas del sistema solar. Esto refuerza la teoría de que estos cuerpos helados pudieron haber transportado moléculas orgánicas fundamentales a la Tierra primitiva, funcionando como mensajeros químicos del espacio profundo.
“Estos datos apoyan la idea de que los cometas jugaron un rol esencial en traer ingredientes clave para la vida a nuestro planeta”, explicó Milou Temmink, del Observatorio de Leiden, otro de los autores del estudio.
Los discos protoplanetarios, como el que rodea a HD 100453, son básicamente laboratorios cósmicos. Son lugares donde nacen planetas, pero también donde se cocina una sopa química llena de moléculas orgánicas. El hielo que se forma en estas regiones—el mismo hielo que después formará cometas—contiene compuestos como metanol, glicina y glicolaldehído, considerados precursores de la vida.
La presencia de isótopos de metanol, que son entre 10 y 100 veces menos comunes que la versión estándar de la molécula, apunta a un entorno químico diverso y activo. Y donde hay diversidad química, hay potencial para procesos biológicos.
Una fábrica de moléculas orgánicas
El estudio sugiere que el metanol proviene del borde interior de un anillo de polvo dentro del disco, situado a unos 2.400 millones de kilómetros de la estrella, unas 16 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Esa región tiene condiciones ideales: suficiente calor para mantener el metanol en estado gaseoso y una densidad de polvo que permite formar objetos sólidos, como planetas o cometas.
Aunque el metanol ya se había detectado en otros discos antes, nunca se habían observado sus isótopos. Es un paso pequeño, pero significativo: si podemos detectar estas variantes menos abundantes, quizá pronto podamos identificar moléculas aún más complejas, como aminoácidos o azúcares. En otras palabras, podríamos estar a un paso de encontrar los verdaderos precursores de la vida fuera del sistema solar.
¿Vida más allá?
Lo que está en juego es mucho más que la química de un sistema estelar lejano. Este tipo de descubrimientos ayuda a trazar un mapa de cómo podrían surgir condiciones aptas para la vida en otros lugares del universo. Si en HD 100453 hay metanol, ¿por qué no habría algo similar en otros discos? Y si hay metanol, ¿por qué no glicina, ribosa, o incluso cadenas más largas?
Por ahora, la ciencia aún está lejos de encontrar vida fuera de la Tierra. Pero lo que este estudio deja claro es que el universo tiene los ingredientes. Solo es cuestión de entender la receta.
