Inicia una mesa plural para debatir el impacto de Haití en RD
Este martes, la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña fue escenario de un hecho poco común en la política dominicana: el inicio de un diálogo nacional convocado para enfrentar las implicaciones de la crisis haitiana sobre la República Dominicana.
El encuentro, impulsado por el Consejo Económico y Social (CES), reúne a figuras clave del panorama político, incluyendo al presidente Luis Abinader y a los expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina. La iniciativa marca un gesto de unidad institucional frente a uno de los retos más complejos y persistentes de las últimas décadas.
La idea central del diálogo es clara: construir una estrategia de Estado para manejar las consecuencias del colapso institucional, económico y social de Haití, que cada vez golpea con más fuerza a su vecino del este.
Seis temas, un objetivo común
El CES organizará el proceso en torno a seis ejes de discusión: migración, comercio bilateral, desarrollo de comunidades fronterizas, seguridad nacional, relaciones internacionales y asuntos laborales. Cada tema será abordado por mesas temáticas que trabajarán de forma intensiva y simultánea.
Rafael Toribio, presidente del CES, destacó que este esfuerzo representa un punto de inflexión en la forma en que el país asume sus grandes desafíos. “Por primera vez en nuestra historia reciente, los principales actores políticos del país se sientan en una misma mesa, con la voluntad de priorizar el interés nacional por encima de las diferencias partidarias”, señaló.
El proceso también incluirá a expertos y voces de distintos sectores sociales, además de contar con una plataforma para recoger propuestas ciudadanas, tanto dentro como fuera del país. Los dominicanos en el exterior podrán participar enviando opiniones y documentos que serán tomados en cuenta en el desarrollo del diálogo.
Próximos pasos
En los próximos días se presentará la metodología de trabajo, y de inmediato comenzarán las sesiones de las seis mesas temáticas. La intención es que, en un plazo razonable, se obtengan propuestas concretas, acuerdos parciales o desacuerdos justificados que luego serán presentados al Presidente de la República y a los expresidentes para su evaluación.
Este esfuerzo de diálogo ocurre en un momento en el que la crisis haitiana ha alcanzado niveles de deterioro alarmantes, con una violencia generalizada, escasez extrema, colapso institucional y una ola migratoria sin precedentes. Para República Dominicana, esto se traduce en presión sobre sus sistemas de salud, educación, empleo y seguridad, especialmente en las provincias fronterizas.
Un momento clave para el CES
El lanzamiento del diálogo coincide con el vigésimo aniversario del CES, lo que el propio organismo considera como una oportunidad para consolidar su papel como mediador entre el Estado y la sociedad. “Esta es nuestra función: asegurar una participación organizada y representativa, que contribuya a la paz social y política del país”, afirmó Toribio.
Más allá del gesto político, el desafío es grande. La situación haitiana no tiene soluciones simples ni rápidas. Pero al menos por ahora, República Dominicana ha optado por lo que suele faltar en tiempos de crisis: sentarse a hablar.