ABA destaca crecimiento de este instrumento financiero como motor de inclusión
El uso de las cuentas de pago electrónico en la República Dominicana ha superado los 665 mil usuarios al cierre de marzo de 2025, marcando un crecimiento sostenido en la adopción de soluciones digitales en el sistema financiero. Así lo informó la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), al destacar el papel de este instrumento en el proceso de bancarización e inclusión financiera.

Este tipo de cuenta, disponible desde 2021, permite a los usuarios realizar pagos, transferencias, retiros, compras en línea, recargas y pagos de servicios sin necesidad de poseer una cuenta bancaria tradicional. La herramienta ha sido impulsada por el Banco Central y adoptada tanto por bancos múltiples como por entidades Fintech, integrando tecnología móvil y soluciones digitales accesibles.
“Se trata de un instrumento innovador que facilita la entrada al sistema financiero formal a personas de bajos ingresos o que residen en zonas rurales, eliminando barreras como la necesidad de historial crediticio o visitas a sucursales”, resaltó la ABA.
De acuerdo con datos del Banco Central, el crecimiento del uso de estas cuentas ha sido exponencial. Entre 2023 y 2024, las transacciones aumentaron de 2.1 millones a 5.9 millones, lo que representa un incremento del 188%. En cuanto al valor de las operaciones, este creció un 201%, al pasar de RD$2,266 millones a RD$6,833 millones.
Las cuentas de pago electrónico operan mediante aplicaciones móviles y pueden estar vinculadas a tarjetas físicas. Tienen un límite de RD$60,000 mensuales, ajustable cada año conforme a la inflación. No requieren demostrar ingresos ni implican costos de apertura, mantenimiento o manejo mínimo.
“Estas soluciones son ideales para usuarios que realizan transacciones de bajo monto y buscan practicidad, seguridad y bajos costos”, explicó el gremio bancario.
La ABA subrayó que el auge de estas cuentas forma parte de una estrategia nacional para ampliar la cobertura financiera, reducir el uso de efectivo y facilitar la modernización del sistema de pagos, en línea con las tendencias globales del sector bancario.
Con esta expansión, el país avanza hacia una mayor inclusión financiera, promoviendo el acceso equitativo a servicios económicos esenciales mediante el uso de tecnología accesible y segura.