Los mercados celebran el recorte mientras crecen las expectativas económicas
El Banco Central Europeo (BCE) cumplió este jueves con los pronósticos del mercado y redujo en 25 puntos básicos los tipos de interés, en lo que marca el inicio oficial de un ciclo de alivio monetario. Esta medida coloca el tipo de interés de la facilidad de depósito en el 2%, su nivel más bajo desde diciembre de 2022.
Con esta decisión, el organismo monetario presidido por Christine Lagarde intenta dar un nuevo impulso a la economía de la eurozona, en un contexto de inflación controlada y crecimiento moderado.
Además, el tipo aplicado a las operaciones de refinanciación del BCE se reducirá al 2,15%, mientras que la facilidad marginal de crédito (interés al que los bancos acceden a préstamos de emergencia) bajará al 2,40%.
Las rebajas llegan tras una fase de tipos históricamente elevados que buscaban contener la inflación posterior a la crisis energética de 2022.
“Es una decisión que responde a datos económicos sólidos. La inflación está bajando de forma sostenida y hay margen para apoyar la recuperación económica”, expresó Lagarde en rueda de prensa.
Un respiro para el crédito y los hogares europeos
Con este movimiento esperado pero simbólico, el BCE señala que confía en la desaceleración de la inflación y que pretende facilitar un entorno más propicio para el acceso al crédito de empresas y hogares. Desde que en junio de 2024 se inició esta fase de relajación monetaria, el interés de la facilidad de depósito ha sido recortado a la mitad, una clara señal de cambio de rumbo.
En términos prácticos, se espera que los bancos comiencen a trasladar estas reducciones a sus clientes, facilitando el acceso a hipotecas, préstamos personales y créditos comerciales, en momentos donde el consumo y la inversión privada necesitan estímulos adicionales.
Una política condicionada al rumbo de la inflación
El BCE aclaró que esta bajada de tipos no implica un camino automático hacia más recortes, sino que cada decisión futura dependerá del comportamiento de la inflación, los salarios y la actividad económica general.
De hecho, algunos miembros del Consejo de Gobierno siguen mostrando prudencia frente a posibles repuntes inflacionarios derivados de conflictos geopolíticos o tensiones en los precios de la energía.
No obstante, el anuncio fue bien recibido por los mercados financieros, donde las principales bolsas europeas cerraron con subidas moderadas y el euro se mantuvo estable frente al dólar.
La decisión también alivia parte de la presión sobre países de la periferia europea, cuyos niveles de deuda se ven beneficiados por menores costos de financiación.
El próximo encuentro de política monetaria del BCE está previsto para finales de julio, donde el organismo actualizará sus proyecciones de crecimiento e inflación para el resto de 2025 y 2026.
Mientras tanto, los analistas coinciden en que el paso dado este jueves representa un cambio de ciclo tras años marcados por endurecimientos agresivos.