Propuesta de per cápita diferenciado busca redistribuir recursos según el perfil de afiliados
SANTO DOMINGO, RD. – La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) ha presentado una ambiciosa propuesta para transformar el financiamiento del Seguro Familiar de Salud (SFS), orientada a mejorar la equidad y garantizar la sostenibilidad del sistema. La iniciativa plantea aplicar un modelo de per cápita diferenciado, que redistribuya los fondos entre las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) en función del perfil de riesgo de sus afiliados.
Este enfoque —basado en estudios técnicos validados por el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) mediante la resolución 563-01 de 2023— estima los recursos que requiere cada ARS considerando variables como la edad y el sexo de sus afiliados, factores que inciden directamente en la utilización del Plan Básico de Salud.
El objetivo es claro: más fondos para quienes más los necesitan, sin afectar la calidad ni los beneficios actuales.
Por ejemplo, el costo de gestionar la salud de una mujer mayor de 50 años podría ser hasta tres veces superior al per cápita estándar actual (RD$1,683.22). En contraste, un hombre joven de 20 años genera un gasto estimado de apenas el 37% de esa cifra.
Las diferencias reflejan la necesidad de un ajuste justo, que evite desbalances financieros y asegure un acceso digno y oportuno a los servicios médicos.
Una reforma que fortalece sin afectar al usuario
El nuevo modelo se aplicaría inicialmente en el Régimen Contributivo, con una implementación gradual durante 18 meses, permitiendo a las ARS adaptarse de manera ordenada y sin alterar sus compromisos contractuales con los Prestadores de Servicios de Salud (PSS).
“Más que un ajuste técnico, esta propuesta representa un pacto de justicia social”, afirmó el superintendente Miguel Ceara Hatton, subrayando que su éxito dependerá de la transparencia y de una supervisión efectiva.
Cabe destacar que esta medida no implicará cambios en las tarifas ni aportes de los afiliados, y tampoco alterará los esquemas de pago existentes entre ARS y PSS. Se trata, en esencia, de una reingeniería financiera interna del sistema, respaldada por precedentes exitosos: durante la pandemia, el modelo de per cápita diferenciado fue utilizado para gestionar los fondos destinados a atenciones ambulatorias por Covid-19, con resultados positivos valorados por los actores del sector.
Transparencia, diálogo y enfoque técnico
La SISALRIL ha mantenido mesas de trabajo permanentes con las 17 ARS que regula, consolidando una ruta de diálogo abierto para garantizar que ningún actor del sistema quede rezagado en el proceso. La propuesta no solo se enmarca en la Ley 87-01, que permite este tipo de ajustes, sino que también responde al mandato ético de construir un sistema más eficiente, inclusivo y financieramente viable a largo plazo.
En palabras del organismo regulador, el objetivo último es claro: lograr que cada peso del sistema de salud se invierta donde más impacto tiene, cuidando la salud de todos, pero con prioridad para los más vulnerables.