El plan de uso justo del terreno beneficiará a las comunidades del Bronx donde los dominicanos son mayoría.
EL BRONX, NUEVA YORK.– En un hecho sin precedentes en la historia del desarrollo urbano en Nueva York, la Coalición Comunitaria y del Clero del Noroeste del Bronx (NWBCCC), junto a 8th Regiment Partners y la Corporación de Desarrollo Económico de la Ciudad de Nueva York (NYCEDC), firmaron un acuerdo histórico que garantiza que la comunidad tendrá propiedad y voz en la transformación de la Armería de Kingsbridge.
Tras un proceso de participación pública que involucró a más de 4,000 residentes, este pacto asegura que hasta 125,000 pies cuadrados del desarrollo pertenezcan directamente a la comunidad. Este logro sella años de lucha y organización vecinal, marcando un hito en la búsqueda de justicia económica y pertenencia para el Bronx.

Una estructura con alma comunitaria y visión inclusiva
Como parte del acuerdo, se construirán dos condominios de propiedad comunitaria que ocuparán más del 20% del terreno:
- Uno de 25,000 pies cuadrados, dedicado a actividades vecinales, desarrollo de cooperativas, formación laboral y emprendimiento local.
- Otro de hasta 100,000 pies cuadrados, destinado a industria ligera asequible, enfocado en albergar negocios del Bronx que han sido desplazados.
Adicionalmente, se reservarán 20,000 pies cuadrados para comercio local, con prioridad para pequeñas empresas vulnerables del corredor Kingsbridge. Todos los espacios estarán bajo una gobernanza compartida, asegurando la toma de decisiones estratégicas con liderazgo comunitario.
Modelo laboral y ambiental con justicia social
El proyecto no solo busca dinamizar la economía local, sino que también prioriza condiciones laborales justas. Además del Acuerdo Laboral del Proyecto exigido por ley, se incorporan acuerdos de neutralidad sindical para fomentar empleos dignos y organizados. En lo ambiental, se exigirá el cumplimiento de estándares sostenibles.
Se creará también un Consejo Comunitario, organizado por NWBCCC, que influirá en decisiones sobre inquilinos, programación y estrategias de inversión local. Asimismo, un Fondo de Beneficio Comunitario, financiado con ingresos del proyecto, financiará iniciativas para fortalecer la riqueza colectiva y el arraigo vecinal.
Este compromiso fue oficializado con un Memorando de Entendimiento (MOU) entre NWBCCC y 8th Regiment Partners, la firma integrada por Maddd Equities y Joy Construction.
Voces que reafirman el rumbo del Bronx
Sandra Lobo, directora ejecutiva de NWBCCC, expresó:
“Este es un modelo inédito de gobernanza compartida y propiedad comunitaria. Por décadas hemos exigido tener voz en el destino de la Armería de Kingsbridge. Hoy, lo logramos. Esta estructura ya no será un castillo vacío, sino una casa para el Bronx”.
La concejal Pierina Sánchez, clave en el proceso de visualización colectiva, declaró:
“La comunidad ha hablado claro. Este desarrollo refleja nuestros valores: empleos sindicalizados, espacios para la juventud, desarrollo económico local. Esta es nuestra oportunidad de hacerlo bien, y vamos a lograrlo”.
Desde el gobierno y organizaciones civiles, las reacciones fueron igualmente enfáticas.
El congresista Adriano Espaillat felicitó el acuerdo, mientras que la presidenta del condado, Vanessa Gibson, afirmó que “la Armería será motor de un renacimiento para el Bronx”.
El senador estatal Gustavo Rivera pidió que se garantice un acuerdo legalmente vinculante, con medidas contra el desplazamiento y mecanismos de propiedad colectiva.
El asambleísta George Álvarez concluyó:
“Este proyecto debe reflejar las voces de quienes llaman al Bronx su hogar. Debemos construir el futuro de la Armería por y para nuestra comunidad”.

Un futuro con rostro local
El proyecto será ejecutado en dos fases. La primera incluye espacios para eventos, deporte, cultura, industria, comercio, desarrollo laboral y 25,000 pies cuadrados para la comunidad. La segunda contempla unas 450 unidades de vivienda asequible.
La inversión total supera los $215 millones, con aportes del alcalde Eric Adams, la gobernadora Hochul, la concejal Sánchez, el municipio y el Departamento de Vivienda federal. La construcción comenzará en 2026.
Desde su inauguración en 1917, la Armería de Kingsbridge ha sido símbolo de historia y poder. Ahora, gracias al liderazgo comunitario, se convierte en símbolo de justicia, dignidad y futuro compartido.
"Este es un modelo para todo el país. Aquí el desarrollo no expulsa, sino que empodera", concluyó Elisse Douglass, de East Freedman & Main.
Comunidades de inmigrantes que residen donde se ejecutará el proyecto
Kingsbridge Heights, Fordham, University Heights y Norwood son los barrios más directamente vinculados al proyecto de la Armería de Kingsbridge. Allí confluyen estas varias comunidades de inmigrantes con una historia compartida de lucha contra el desplazamiento, la desigualdad económica y la falta de acceso a oportunidades.
Las comunidades más representativas en esas zonas incluyen:
Dominicanos
Son la principal comunidad inmigrante en el Bronx, y tienen una presencia significativa en Kingsbridge, Fordham, University Heights y otros vecindarios del noroeste del condado. Esta comunidad ha jugado un papel central en la vida social, política y económica del área, incluyendo su activa participación en organizaciones como NWBCCC, que lidera este proyecto.
Mexicanos
En crecimiento constante, la comunidad mexicana se ha establecido en áreas como Kingsbridge Heights y Bedford Park, participando en el comercio local y los servicios comunitarios.
Centroamericanos
Inmigrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador también residen en el noroeste del Bronx. Muchos trabajan en construcción, servicios y comercio informal, y han creado redes de apoyo locales.
Afrocaribeños
Haitianos y jamaicanos son comunidades visibles en vecindarios cercanos como Norwood y Wakefield, aportando diversidad cultural y activismo social a la zona.
Árabes y musulmanes
Hay una creciente comunidad del norte de África y el Medio Oriente, incluidos inmigrantes de Yemen y Bangladesh, sobre todo en Fordham Road y zonas adyacentes.
Africanos del oeste
Inmigrantes de países como Gambia, Ghana y Nigeria también forman parte de la diversidad en el Bronx, muchos de ellos integrados en iglesias, mezquitas y organizaciones de base comunitaria.
Por eso, el proyecto con propiedad comunitaria no es solo un desarrollo urbano, sino una respuesta histórica a décadas de desinversión, que busca beneficiar directamente a las poblaciones inmigrantes que han sostenido y enriquecido estos barrios durante generaciones.