Servicios caen, manufactura apenas mejora y pedidos siguen bajando
La eurozona, aunque no cae en recesión, sigue caminando sobre una cuerda floja económica, con el desafío de equilibrar políticas, confianza y demanda en un contexto global aún incierto: la economía de la zona euro continúa navegando en aguas turbulentas.
Así lo indica el índice compuesto PMI, uno de los principales indicadores adelantados de actividad económica, el crecimiento del sector privado en mayo rozó el estancamiento, al situarse en 50,2 puntos, apenas por encima del límite que separa la expansión de la contracción (50). Esto representa su peor lectura en tres meses, revelando una fragilidad persistente en la región.
El debilitamiento del sector servicios —que cayó a 49,7 desde los 50,1 puntos de abril— fue determinante en este retroceso. Se trata de su rendimiento más bajo en medio año.
Por otro lado, el sector manufacturero ofreció una ligera mejora, subiendo a 49,4 puntos frente a los 49 del mes anterior, pero aún manteniéndose en terreno contractivo.
Debilidad en la demanda frena el ritmo económico europeo
La desaceleración fue impulsada por una débil demanda de productos y servicios, lo que limitó la contratación y empujó a las empresas a trabajar sobre pedidos atrasados en lugar de nuevos encargos. Aunque la confianza empresarial mostró señales de recuperación, sigue en niveles moderados.
Un aspecto clave fue la continua contracción de nuevos pedidos, especialmente los procedentes del extranjero, que suman 39 meses consecutivos de caída. Esta tendencia redujo los ingresos proyectados y obligó a las compañías a replantear sus estrategias operativas. El empleo en el sector servicios creció marginalmente, pero en la industria manufacturera se observó una nueva pérdida de puestos de trabajo.
Inflación cede, pero Alemania vuelve a caer tras cinco meses
En cuanto a la inflación, se registró un alivio gracias a la reducción de costos y de los precios cobrados, principalmente en el sector manufacturero. Este respiro no ha sido suficiente para dinamizar el crecimiento a gran escala.
Entre las cuatro principales economías de la eurozona, solo Italia (52,5) y España (51,4) lograron mantener un ritmo de expansión, mientras que Francia (49,3) se aproximó a la estabilidad y Alemania (48,5) volvió a territorio negativo, registrando su primera caída en cinco meses.
“La economía de la zona euro ha crecido por quinto mes consecutivo, pero esa interpretación requiere cierto grado de buena voluntad”, advirtió Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank. “El índice general de 50,2 está sólo marginalmente por encima del umbral de expansión y el ritmo se desacelera”.
Sin embargo, el experto mantiene una leve esperanza: “Si el sur de Europa mantiene su impulso y las empresas de servicios alemanas se benefician de una política fiscal expansiva, podríamos ver una recuperación más clara en lo que resta del año”. Con datos de Europa Press