Temor al envejecimiento de la población presiona al gobierno vietnamita
En un giro trascendental para su política demográfica, Vietnam ha derogado este martes la antigua norma que limitaba a dos el número de hijos por familia, una medida impuesta desde la década de 1980 con el propósito de controlar el crecimiento poblacional.
El cambio llega en un momento en que la baja natalidad amenaza con frenar el desarrollo económico del país.una caída sostenida en nacimientos que preocupa a autoridades y economistas, destaca Europa Press.
La decisión fue ratificada por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional, permitiendo ahora que las familias vietnamitas elijan libremente cuántos hijos tener y cuándo hacerlo, según informó la Agencia de Noticias de Vietnam. La modificación legislativa pone fin a décadas de intervención estatal sobre la planificación familiar.
La ley anterior imponía el límite de uno o dos hijos, con excepciones en casos especiales. Sin embargo, las restricciones se aplicaban con mayor firmeza a los miembros del Partido Comunista, quienes podían enfrentar multas, recortes salariales o incluso la destitución por violar la norma. Para el resto de la población, la medida era más una sugerencia que una imposición efectiva.
La baja natalidad amenaza la estabilidad futura de Vietnam
El cambio no es casual: la tasa de natalidad descendió a un mínimo histórico de 1,91 hijos por mujer en diciembre pasado, marcando el tercer año consecutivo de caída. Este descenso constante ha generado inquietud entre los economistas, que advierten que una población más envejecida podría reducir la fuerza laboral y aumentar los costos sociales en las próximas décadas.
El Ministerio de Sanidad ya había propuesto el año pasado que se eliminaran los límites a la procreación, argumentando que los padres solteros y las familias necesitaban mayor libertad para tomar decisiones reproductivas. Además, la edad media de la población vietnamita sigue en aumento, lo que añade urgencia a la reforma.
Con este paso, Vietnam se suma a otros países asiáticos que están flexibilizando o revirtiendo políticas de control de natalidad, como China y Corea del Sur, en un intento por contrarrestar los efectos económicos del envejecimiento poblacional y mantener el dinamismo de sus economías.