El veterano dominicano sigue brillando con los Diablos Rojos del México
CIUDAD DE MÉXICO — 3 de junio, 2025. Robinson Canó sigue sumando capítulos memorables a su ya legendaria carrera. El toletero dominicano alcanzó los 200 hits en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) al conectar su decimosexto doble de la temporada en la victoria por 19-4 de los Diablos Rojos sobre los Conspiradores de Querétaro.
Con el estilo sereno pero letal que lo caracteriza, Canó se paró en el plato y respondió una vez más. Ese batazo no solo sumó a la paliza del equipo capitalino, sino que también marcó un hito que refleja constancia, talento y vigencia. A sus 42 años, el ex Grandes Ligas demuestra que su swing sigue siendo sinónimo de peligro.
“Cada hit con los Diablos representa más que una estadística. Es una prueba de que cuando uno juega con amor y entrega, la edad no importa”, declaró Canó al final del juego. “La Liga Mexicana me dio una segunda juventud, y los Diablos, una familia. Este capítulo ha sido uno de los más especiales de mi carrera”.
Desde su llegada a la LMB, Canó ha sido más que una estrella: se ha convertido en líder, referente y figura de impacto inmediato. En 2024, fue nombrado Jugador Más Valioso, y en 2025 no ha bajado el ritmo. Actualmente encabeza al equipo en imparables (59), carreras impulsadas (43) y dobles (16), siendo pilar fundamental del sólido paso de los Diablos, que lideran la Zona Norte con un impresionante récord de 29-8.
Su presencia en el clubhouse ha sido clave para el desarrollo de jugadores jóvenes, pero también para mantener la exigencia competitiva en lo más alto. El manager del equipo lo ha definido como “el pegamento del grupo”, alguien que entiende el juego, lee los momentos y transmite experiencia con humildad.
El hit 200 no es solo un número redondo. Es el símbolo de una carrera que se ha reinventado en territorio mexicano y que todavía tiene gasolina para mucho más. Para los fanáticos de los Diablos Rojos, ver a Canó jugar es presenciar a un maestro en acción, alguien que no viene a retirarse, sino a seguir ganando.
Y si algo está claro, es que mientras Canó siga vistiendo de rojo, los Diablos seguirán siendo una amenaza real para cualquier rival en la Liga.