Autoridades destacan vínculos con pandillas criminales internacionales en los arrestos
Nueva York.-El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) anunció la detención de casi 1.500 personas durante una operación de alto perfil llevada a cabo en el estado de Massachusetts durante el último mes, bajo el nombre de “Operación Patriota” la que organizaciones cuestionan sus generalizaciones y señalan violaciones a derechos procesales.
Según el comunicado oficial, 1.461 inmigrantes indocumentados fueron arrestados en diferentes ciudades del estado, como resultado de un trabajo conjunto con el FBI y otras agencias federales. De ese total, 790 personas ya tenían condenas previas por diversos delitos cometidos dentro de EE. UU., mientras que otras eran buscadas en sus países de origen.
“Todas las personas que arrestamos infringían nuestras leyes de inmigración”, declaró Patricia Yde, directora interina de la Oficina Local de Operaciones de Control y Deportación del ICE en Boston. “Pero la mayoría de ellas tenían antecedentes penales importantes”, añadió.
Pandillas transnacionales y criminalidad organizada entre los objetivos del operativo
Se detuvieron a inmigrantes de diversas nacionalidades. Entre los arrestados se encuentran ciudadanos de Brasil, Chile, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica y Rusia, entre otros.
Muchos de ellos enfrentan cargos por delitos graves, incluyendo homicidio, tráfico de drogas, agresión sexual y pertenencia a organizaciones criminales transnacionales como MS-13, Tren de Aragua, Trinitarios y Calle 18.
Las autoridades federales insistieron en que esta operación forma parte de un esfuerzo nacional por reforzar la seguridad interior, acelerando los procedimientos de detención y deportación de personas indocumentadas con supuestos vínculos criminales.
“Los arrestados permanecerán bajo custodia del ICE a la espera del resultado de sus procedimientos de expulsión”, indicó el reporte, dejando claro que muchos podrían ser expulsados de forma expedita si así lo determina la corte migratoria.
Grupos defensores alertan sobre abusos y perfilamiento racial sistemático
Sin embargo, el operativo ha provocado reacciones divididas. Organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes han manifestado su preocupación por posibles violaciones al debido proceso, y alertan sobre detenciones masivas sin suficientes garantías legales.
Algunos abogados han denunciado que se está utilizando la etiqueta de “vínculo con pandillas” como pretexto para justificar redadas generalizadas. “Hemos visto cómo se criminaliza a comunidades enteras sin pruebas sólidas, solo por su nacionalidad o lugar de residencia”, comentó un abogado del área de inmigración en Worcester.
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la presión sobre las agencias migratorias ha aumentado. El enfoque de su administración prioriza la deportación de inmigrantes sin documentos, alegando la necesidad de combatir el crimen organizado, una narrativa que muchos ven como instrumentalización política del miedo.
Mientras tanto, decenas de familias permanecen en vilo, esperando noticias de sus seres queridos detenidos. La Operación Patriota, dicen algunos activistas, deja una estela de temor en las comunidades latinas de Massachusetts, y anticipa un nuevo capítulo en la guerra migratoria que resurge con fuerza en el país.