Ambos países acordaron liberación de prisioneros jóvenes y heridos graves
En un giro inesperado hacia la distensión, Rusia y Ucrania alcanzaron este lunes un acuerdo de canje de prisioneros de guerra, que también incluye la devolución de más de 6,000 cuerpos de soldados ucranianos caídos en el conflicto.
El anuncio tuvo lugar tras una jornada de conversaciones celebrada en la ciudad turca de Estambul, con la mediación de autoridades locales y observadores internacionales reseña Europa Press.
El pacto contempla la liberación de combatientes heridos, gravemente enfermos y soldados ucranianos menores de 25 años, en lo que ambas partes han calificado como un avance humanitario crucial tras meses de estancamiento en el frente diplomático.
Por su parte, Vladimir Medinski, asesor presidencial y jefe negociador ruso, reveló que Moscú ha propuesto un alto el fuego parcial de “dos o tres días” en varios sectores del frente.
El objetivo: facilitar la recuperación de cadáveres en zonas de combate activo. Medinski afirmó que los cuerpos han sido identificados mediante pruebas de ADN y que serán entregados “la próxima semana, para que sus familias puedan darles sepultura con dignidad”.
“Si ellos tienen cuerpos de nuestro lado, también los aceptaremos”, añadió el funcionario, en lo que sugiere una apertura mutua hacia intercambios humanitarios más amplios.
Además del canje, Rusia entregó a Ucrania un memorando con propuestas detalladas sobre un posible alto el fuego y un plan de paz. Kiev, por su parte, ha comunicado que evaluará el contenido del documento en los próximos días.
En un movimiento diplomático audaz, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, propuso la realización de una cumbre trilateral entre el presidente Volodímir Zelenski, su homólogo ruso Vladimir Putin, y el exmandatario estadounidense Donald Trump, para finales de junio.
“Creemos que los problemas más graves se deben resolver entre líderes”, subrayó Umerov, quien también lidera el equipo negociador ucraniano. “Si Rusia realmente quiere terminar la guerra, debe demostrarlo ahora. Si no, el mundo debe responder con nuevas sanciones”.
Desde la capital lituana, Vilna, el presidente Zelenski confirmó que el acuerdo de canje está en marcha y advirtió que si la reunión de Estambul se convierte en un simple ejercicio retórico, Ucrania presionará por sanciones más duras, especialmente desde el G7 y otras naciones aliadas.
El acuerdo de hoy, aunque limitado, podría marcar el primer paso hacia una desescalada del conflicto, que ya ha cobrado decenas de miles de vidas y ha alterado la seguridad europea desde la invasión rusa en 2022. Queda por ver si este entendimiento humanitario podrá evolucionar hacia una solución política más amplia.