Analistas anticipan una caída del dólar por tasas más bajas y tensión comercial
El dólar estadounidense, por décadas el rey indiscutido de las divisas globales, podría enfrentar una caída del 10% en los próximos 12 meses, según un informe reciente del grupo financiero deVere. El pronóstico marca uno de los más pesimistas entre las grandes consultoras y bancos internacionales, y resalta un giro estratégico entre los inversores que ya ajustan sus carteras ante un nuevo escenario monetario.
Nigel Green, CEO de deVere Group, fue tajante: “Los inversores deben prepararse para una caída pronunciada del valor del dólar”. Su análisis señala una combinación de factores que debilitan a la moneda: el fin de la ventaja en tasas de interés que tenía Estados Unidos, una política monetaria más flexible por parte de la Reserva Federal y crecientes tensiones en el comercio global.
Desde febrero, el índice del dólar ya ha retrocedido cerca de un 10%, y las perspectivas no son alentadoras. La Fed podría recortar hasta 175 puntos básicos en los próximos meses, lo que reduciría la rentabilidad relativa de los activos en dólares y abriría la puerta a una fuga de capital hacia otras divisas.
Además, con los bonos del Tesoro a 10 años cerca de su pico y una economía estadounidense que da señales de fatiga, el atractivo del dólar se erosiona. La especulación sobre su futuro ha bajado, según datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas (CFTC), lo que sugiere espacio para caídas aún más profundas.
Los ganadores, según Green, serán quienes se anticipen. Monedas como el yen japonés, el euro y el franco suizo están atrayendo más flujo, al igual que activos en mercados emergentes. Empresas exportadoras y multinacionales ya se están cubriendo más agresivamente frente al riesgo cambiario, mientras los gestores de fondos revisan sus exposiciones en busca de seguridad y rentabilidad fuera del dólar.
La advertencia de deVere coincide con la visión de varios bancos de inversión, aunque su pronóstico del 10% destaca por su gravedad. Si se cumple, sería uno de los descensos anuales más marcados en más de una década.
Pero más allá de las cifras, el trasfondo es claro: el mundo comienza a dudar del dominio absoluto del dólar. En un contexto de desaceleración económica y creciente incertidumbre política, la divisa estadounidense ya no parece tan invulnerable.
“El dólar enfrenta 12 meses difíciles”, concluye Green. “Quienes actúen con rapidez no solo evitarán pérdidas, sino que también estarán listos para capitalizar nuevas oportunidades”.
Este es un momento decisivo. No solo para la economía de Estados Unidos, sino para el equilibrio financiero global.
