El SBU lanza su mayor operación militar en territorio ruso
En un movimiento sin precedentes desde el inicio de la guerra, Ucrania ha asestado un golpe certero a la aviación estratégica de Rusia, atacando simultáneamente aeródromos en cinco regiones del país con enjambres de drones ocultos en camiones.
La operación, denominada "Tela de araña", fue cuidadosamente planificada durante un año y medio por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en coordinación directa con el presidente Volodimir Zelenski, reseña Europa Press.
Según fuentes de inteligencia ucranianas citadas por el canal Nosotros Ucrania, al menos 40 aviones militares rusos han sido destruidos, incluyendo modelos de reconocimiento A-50, bombarderos estratégicos Tu-95 y de largo alcance Tu-22M3.
Los daños al arsenal ruso superarían los 2.000 millones de dólares, lo que convierte a esta ofensiva en una de las más costosas y simbólicas para Moscú.
Los ataques alcanzaron con éxito los aeródromos de Olenya (Murmansk) y Belaya e Irkutsk (Siberia), donde se confirmaron incendios en aeronaves estratégicas. El Ministerio de Defensa ruso ha admitido oficialmente los bombardeos y calificado la operación como un "ataque terrorista", señalando que algunos participantes ya han sido detenidos.
Ucrania afirma haber destruido 385 objetivos en 24 horas
La contraofensiva ucraniana llega tras una intensa oleada de ataques rusos durante la noche del sábado, cuando Moscú lanzó 479 armas aéreas, entre ellas 472 drones Shahed, misiles balísticos y de crucero.
El Ministerio de Defensa de Kiev indicó que 385 objetivos aéreos fueron destruidos o neutralizados por las defensas ucranianas en distintas regiones.
Los gobernadores de Irkutsk e Murmansk confirmaron que los ataques no dejaron víctimas, pero reforzaron la seguridad en sus zonas. Irkutsk, en particular, fue escenario de su primer ataque con drones en Siberia, lo que marca una expansión del alcance táctico ucraniano.
Mientras tanto, Rusia denunció también dos ataques a puentes clave en Briansk y Kursk, uno de los cuales provocó el descarrilamiento de un tren, con un trágico saldo de siete muertos y más de 60 heridos.
El cruce de ataques coincide con la previa del reinicio de las negociaciones entre ambas naciones, previstas para este lunes en Estambul. La escalada militar y el uso de tácticas no convencionales revelan un conflicto que se intensifica en todos los frentes, y que deja claro que la guerra de drones ya no tiene fronteras.