180 voluntarios y aliados se unieron en jornada ecológica en San José de las Matas
San José de las Matas. — El sol aún no alcanzaba su cenit cuando, en Bohío Viejo, comunidad enclavada entre montañas en Los Montones Abajo, comenzaron a abrirse surcos de esperanza en la tierra. Con guantes, palas y muchas sonrisas, 180 colaboradores voluntarios del Grupo Popular iniciaron una jornada que trasciende el simple acto de sembrar: se trataba de devolverle vida al bosque y asegurar un legado verde para las generaciones futuras.
En una alianza con Plan Sierra, una institución emblemática de la conservación ambiental en República Dominicana, se plantaron 5,000 árboles nativos y endémicos, entre ellos el robusto pino criollo, el elegante roble y la majestuosa caoba criolla. Las 50 tareas intervenidas forman parte de la microcuenca Inoa, tributaria del río Bao, uno de los pulmones hídricos de la región Norte.
“Cada árbol que hoy depositamos en la tierra es un recordatorio de que el cambio comienza con pequeñas acciones”, expresó con solemnidad el presidente ejecutivo del Grupo Popular, René Grullón Finet, al dar inicio a la jornada. Sus palabras resonaron entre los surcos abiertos por manos entusiastas, entre ellas las de estudiantes del programa Excelencia Popular, quienes también participaron como invitados especiales.
La escena era una coreografía colectiva de compromiso y propósito: empleados bancarios, estudiantes becados, técnicos ambientales y representantes de diversas áreas del Grupo Popular se alinearon con los expertos del Plan Sierra para dar forma a un proyecto que conjuga ecología, educación y desarrollo sostenible.
En representación del Plan Sierra estuvieron figuras clave como Inmaculada Adames, su vicepresidenta ejecutiva, y William Guzmán, director de Ordenamiento Ecológico y Social, quienes supervisaron la siembra con el mismo cuidado que se reserva a un bien preciado.
Acompañando a los voluntarios del Grupo Popular se encontraban también altos ejecutivos como José Mármol, Mariel Bera, Ricardo de la Rocha y Dinorah Grullón, quienes no solo ofrecieron palabras de aliento, sino que también se sumaron activamente a la siembra.
- La finca donde tuvo lugar la jornada pertenece a la Sucesión Morales, cuyos representantes, encabezados por José Óscar Rodríguez, manifestaron su gratitud por haber sido elegidos como anfitriones de una iniciativa con tanto impacto.
El objetivo va más allá del simbolismo. Se estima que, al alcanzar la madurez, los árboles sembrados capturarán unas 1,600 toneladas de dióxido de carbono por año, retendrán 15 millones de litros de agua y conservarán 600,000 kilogramos de suelo. Beneficios que no solo mejoran el entorno, sino que fortalecen la resiliencia ecológica de toda la región.
Así, mientras las primeras hojas verdes se asomaban tímidas entre la tierra removida, la jornada concluía con un mensaje claro: el desarrollo sostenible no es un ideal lejano, sino una acción concreta, diaria y compartida. En el corazón de la Sierra, el Grupo Popular sembró más que árboles: sembró compromiso, conciencia y futuro.
