El INTEC y el país despiden a un líder que sembró ideas y cosechó respeto
Santo Domingo. – En un silencio que pesaba como la ausencia de un sabio, la comunidad académica del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) se reunió la mañana del jueves 29 de mayo para despedir al doctor Julio Sánchez Maríñez, noveno rector de la institución y figura señera del pensamiento educativo en República Dominicana. A los 72 años, y tras una vida entregada a la docencia, la gestión y la innovación pedagógica, partió dejando tras de sí una estela de admiración, respeto y profundo pesar.

La capilla de la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln se convirtió en un santuario de memorias. Allí, fundadores, rectores, profesores, estudiantes, egresados, autoridades gubernamentales y representantes del sector empresarial se congregaron para rendir homenaje a un hombre que supo hacer de la educación su cruzada y del liderazgo, una vocación noble.
"Hoy despedimos con un listón negro en el alma a un gran dominicano", dijo conmovido el doctor José Joaquín Puello, miembro fundador del INTEC. Sus palabras, más que un discurso, fueron una pintura de gratitud y reconocimiento al hombre que condujo al INTEC con visión estratégica, sensibilidad humana y fe inquebrantable en el poder transformador del conocimiento.
La rectora en funciones, Alliet Ortega, lo describió como “un gran líder y extraordinario ser humano”, mientras exhortaba a los presentes a continuar su obra. “Se nos ha ido nuestro rector, en plena marcha”, lamentó con voz quebrada.
Durante las guardias de honor, desfiló una constelación de académicos que simbolizan distintas etapas de la historia del INTEC: desde Rosalina Perdomo y Rafael Toribio, hasta Miguel Escala y Jordi Portet. También se hicieron presentes rectores de universidades hermanas, entre ellos Franklin García Fermín, ministro de Educación Superior, y Odile Camilo, rectora de UNIBE, reafirmando así la estatura nacional del homenajeado.

Su hijo, Francis Sánchez Henríquez, resumió con ternura y firmeza el legado de su padre: “Fue un maestro, un sembrador de principios. Fue también poeta, escritor, soñador, y sobre todo, un hombre decente.”
Nacido en Santo Domingo en 1952, Julio Sánchez Maríñez estudió Psicología en la UASD, completó una especialización en INTEC y alcanzó un doctorado en la Universidad Estatal de Nueva York. Su trayectoria fue una sucesión de hitos: lideró el ISFODOSU, fue secretario ejecutivo del CONES, y en el INTEC dejó su huella como decano, vicerrector y finalmente como rector.
Impulsor del modelo Learning Factory y defensor ferviente de la formación STEM, Sánchez Maríñez apostó por una educación conectada con la realidad del país, por un modelo universitario inclusivo, moderno y orientado a resultados.